La lluvia, que baña
la rosa...
De pétalos rojos
y suave aroma.
La lluvia, que a las
plantas calma la
sed...
Y los niños en sus
charcos saltan.
Lluvia, agua clara
serena y alada
que riega los ríos
y se viste de gala.
Quizás sean tus
pensamientos,
que por la noche
se desahogan o quizás
sea mi llanto.
La lluvia cae sobre la tierra,
oprime mi pena y
riega los sueños que no se
hacen realidad.
Tus lágrimas y las mías,
nada las puede consolar.
Seremos gotas de agua en
el más allá.
La lluvia perece en el
letargo de nuestro amor.
Y ahora, somos extraños
entre paredes de silencio.
Tu rencor y mi orgullo
está destruyendo
aquello que formamos
con tanta ilusión.
Ninguno se atreve a dar
el paso porque aún hay
amor. ¿Qué hacer contra el dolor?
La lluvia llora en su soledad.
Publicado en la web de literatura Poetainos.com
Condecorado con la Flor de Oro
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