Desde el blog El Tintero de oro la propuesta de este mes, es La Metamorfosis de Kafka.
CONCURSO 42 Ed, LA METAMORFOSIS
Escribir un relato donde el protagonista despierte a un mundo o realidad que contenga un aspecto que no acabe de entender. Género: Libre
Extensión: máximo 900 palabras.
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Llueve. Acelero cuando la primera gota cae sobre mi cabeza. El sabor a tierra no me gusta. Noto que algo se mueve sobre mi testa, oigo cómo se desliza el agua sobre las flores y extraños sonidos llegan hasta mí. No sé qué hago en el jardín, pero algo me obliga a seguir el reguero de... Comprendo que algo me está pasando. Hecho a correr hacia la boca del... Otra gota me estampa contra el suelo, pero logró reponerme y alcanzar la entrada antes de que los túneles empiecen a inundarse. El olor, el olor a tierra mojada es muy fuerte, me desagrada. ¿Qué narices me pasa? ¿Estoy soñando? ¡No, no parece un sueño! ¡Qué horror! Grito con desesperación, pero no logro articular ningún sonido. Soy un insecto himenóptero, tengo seis patas y noto una extraña sensación sobre mi cabeza. Mis pensamientos están cambiando. Observo a mis compañeras, ocupadas en sus tareas, cada una cumpliendo su rol de manera coordinada. ¡Puedo entenderlas! Y entonces descubro lo importante que es el trabajo en equipo.
Me siento descorazonada, aterrorizada, anoche era una persona normal, y hoy no sé qué me está pasando. No, no puedo aceptar mi situación. Soy consciente de que mis pensamientos humanos están desapareciendo y de que no puedo evitar que una fuerza superior me arrastre hacia la recolección continua para asegurar la supervivencia, para alimentar a las larvas y asegurar el futuro de la comunidad. Pasadas las horas, a penas recuerdo nada de mi vida. Es como una nebulosa en mi mente. Aquí hay unión y empiezo a admirar la dedicación, su constancia y disciplina. Solo espero no terminar en la suela de algún ser humano. La lluvia sigue cayendo incesante sobre el hormiguero, pero aquí estamos protegidas y resguardadas hasta que salga de nuevo el sol. Las gotas de agua que se estampan contra el suelo y me recuerdan qué soy, porqué estoy aquí. ¡Soy una hormiga obrera!
Un homenaje genial a Kafka y a su "Metamorfosis"! La tuya es inquietante también y tan bien narrada que te metes en la cabeza de la obrera protagonista! Un abrazote y mucha suerte con el concurso Nuria!
ResponderEliminarGracias Marifelita, un fuerte abrazo
EliminarY los humanos también somos una suerte de hormigas en medio de la inmensidad del universo...
ResponderEliminarDesde luego Noelia, la diferencia es que los humanos no somos tan disciplinados. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Muy bueno el relato. Trasmite muy bien la confusión y desesperación de la protagonista, al igual que la pérdida de conciencia individual para caer en la colectiva. Me encantó.
ResponderEliminarMuchas gracias Cynthia, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola, Nuria, pues has optado por otro bicho, uno muy particular y totalmente distinto a la.cucaracha. Está muy bien caracterizado, creo que Kafka podría haber hecho otro relato desde este punto de vista. Muchas gracias por participar, mucha suerte y un abrazo!
ResponderEliminarGracias Pepe, un fuerte abrazo
EliminarHola Nuria, otra metamorfosis estilo Kafka. Muy bien narrado, Nuria.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, un abrazo
EliminarLa hormiga hubiera encajado mejor en gregor. Hubiera sido un integrante comodebeser; pero claro, en una sociedad de hormigas. El desplazamiento de la realidsd persiste.
ResponderEliminarMe parece fantástico: " el sabor a tierra no me gusta" . Con cinco palabras nos colocas definitivamente en la situación del protagonista.
También el punto de la pérdida de consciencia humana. El último vestigio es para esperar que no la pisen. Parece wue cuando el olvido sea completo, el drama no será tanto , y se integrará en una sociedad estructurada y organizada, como dios manda.
Abrazo y suerte
Gracias Gabilante, la vida de una hormiga obrera no la soportaría un ser humano. Un abrazo
Eliminar¡Ay! Esa hormiga obrera esconde una metáfora muy potente más allá de la lectura obvia. Estupendo, Nuria. Un relato muy en la línea de La Metamorfosis que revela muy bien las sensaciones de la protagonista: el miedo, el desconcierto... Mucha suerte.
ResponderEliminarGracias Marta, abrazos
EliminarLa metamorfosis ese cambio para transformarnos, que muchas veces es necesario llevarlo a cabo con nosotros mismos, muy bien planteado, abrazo grande Themis
ResponderEliminarGracias Themis, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola Nuria excelente relato, la verdad me ha gustado mucho, te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Gracias Patricia, abrazos
EliminarHola Nuria.
ResponderEliminar¡Ay, una hormiga obrera! ¿A qué me recuerda eso? ¿A la vida en una fábrica humana? Me gustó la forma de narrar las sensaciones frente al cambio. Bien planteado el reto. Un abrazo.
Marlen
Gracias Marlem, un abrazo
EliminarSer hormiga obrera y en un día de lluvia!!! que cruz! Buen relato. Santidepaul
ResponderEliminarLa verdad es que si Santi, un abrazo
EliminarY así nos vamos transformando: sintiéndonos hasta contentos de ser hormigas y no cucarchas, sin demasiada pena ni conciencia por lo perdido. Terrible. Excelente pintura de la masificación y pérdida de la individualidad. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Juana, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarHola Nuria. Hormigas y humanos tenemos mas en comun de lo que parece, al final la mayoría trabajamos para que otros puedan cumplir sus caprichos. Supongo que el consuelo es que todas las hormigas hacen lo mismo y asi cada cual se puede consolar viendo la desgracia ajena. Un relato muy Kafkiano, como suele decirse. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Jorge, me alegra haber conseguido el objetivo. Un abrazo
EliminarUn relato que bien podría haber escrito Kafka. Uno donde a pesar de la transformación es inevitable la comparación con el estilo de vida actual de muchas personas con el trabajo de una hormiga...
ResponderEliminarPero, por fortuna, una reflexión positiva puede extraerse de esto: cuando la protagonista complete su metamorfosis, cuando todo lo "humano" desaparezca, sabrá que todo el trabajo está orientado a un "bien mayor", el de la continuidad de su hormiguero, sin intereses encubiertos y egoístas que algunas personas pudieran tener. Quizá el único problema que tendría es "no terminar en la suela de algún ser humano".
Buena suerte en el concurso. ¡Saludos!
Gracias Nahuel, me alegra haber logrado el objetivo Kafka, un abrazo
EliminarHola, Nuria. Buen relato que esconde, como en el mejor Kafka, una analogía inevitable: la carrera de la rata (de la hormiga, en este caso) a la que tantos nos vemos abocados casi sin comprender el porqué. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarGracias Enrique, un abrazo
EliminarQué angustioso es verse como una hormiga, angustia que has descrito muy bien. No sé si lo aguantaría.
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que vaya vida la de la hormiga obrera, parecida a la nuestra, pero creo que más disciplinada. Un abrazo
EliminarHola Nuria, un muy buen aporte al concurso de El Tintero. En tu relato hay una mezcla de angustia inicial y al final me parece algo de contentamiento. ¿Si tuvieran conciencia las hormigas de que existimos, querrían ser como nosotros? Me gusta ese contentamiento final, adaptándose a su nueva realidad. Te dejo un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, que alegría que te haya gustado. Gracias. Un abrazo
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ResponderEliminarNunca me había parado a pesar lo que hace el tamaño de una simple gota sobre un insecto, una hormiga… debe parecerles el diluvio universal.
Bueno, Nuria, en el fondo todos los que estamos integrados en el sistema laboral somos hormigas obreras con un salario, con suerte , al final de mes. Con un paragua se soluciona el tema de la lluvia.
Una sonrisa para rebajar el drama de convertirnos en un bicho, el que sea, en cuestión de instantes.
Gracias Tara, un fuerte abrazo
EliminarHola Nuria, ver la vida desde otro punto de vista da mucho que pensar. Muy bien escrito, Y espero que pronto salga el sol para ese hormiguero. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ainhoa, yo también lo espero. Gracias y un abrazo
EliminarHola Nuria, me gustó mucho tu relato. Haces muy buena descripción de todas las sensaciones que va percibiendo la hormiga. Es como ver el mundo desde otra perspectiva. Suerte! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Lady, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Muy bien narrado ese paso de humano a hormiga. Espero que no termine pisoteada o ahogada por gotas de lluvia.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en el concurso. Un abrazo.
Muchas gracias Bruno, abrazos
EliminarMuy afilado el relato, muy crítico. Suerte.
ResponderEliminarGracias Guille, un abrazo
EliminarHola, Nuria!! Me encanta el tono tan espontáneo e incluso cómico que has empleado para escribir esta historia. En muy pocas palabras has desarrollado muy bien la transformación de la protagonista. El comienzo con esas frases cortas crean tensión y misterio y poco a poco vas desvelando con pequeños detalles en qué se ha transformado la protagonista hasta ese final en el que revela con total claridad que ahora es una hormiga. Magnífico. Suerte en el concurso y un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Cristina, por tus palabras que tengo en gran consideración. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarAplauso, porque el relato va en primera persona, cosa que para mí es muchas veces difícil de elaborar, a veces narrar desde el punto de vista de un tercero es más cómodo. En primera persona la narración se hace más intensa. Enhorabuena nos regalas un buen relato.
ResponderEliminarGracias Lucy, me alegra haberlo logrado. Un abrazo
EliminarLas hormigas son una plaga si se entran a la casa, pero en general este tipo de insecto social ha despertado tambien voces de admiracion y mucha atencion de la ciencia. Como sociedad es interesante lo bien que se han desarrollado. Y lo kafkiano: si verse convertido en una obrera, que queda sujeta a un flujo de trabajo que no se detiene.
ResponderEliminarGracias José, así es la vida de las hormigas. Un abrazo
EliminarMuy bueno! Qué bien nos introduces siempre en la emoción interior. Aquí la protagonista nos trasmite ese desconcierto, y gradualmente esa adaptación al nuevo estado. En ella parece ir asumiendo su condición y hasta aceptarlo. Genial el contexto de la lluvia y lo que puede provocar en una criatura diminuta.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maite, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Me gusta mucho esa transición de su pensamiento. Tal como dices, llegará un momento en que no tendrá conciencia de que es una hormiga. Cualquier similitud con la realidad, no es pura coincidencia. jaja
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja, así es Mirna, un abrazo
EliminarMenuda metamorfosis, Nuria: verse convertida nada menos que en una hormiga obrera. ¡Qué gran relato!
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un fuerte abrazo.
Gracias Estrella, un abrazo fuerte
Eliminar¡Hola Nuria! Un bello relato. Tener que convertirse en hormiga para entender la importancia del trabajo en equipo.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Rocío, un abrazo
EliminarTodo un homenaje este relato kafkiano, Nuria.
ResponderEliminarEsa metamorfosis como imagen de lo que nos ocurre por la transformación física muestra nuestro estado de desconcierto.
Un fuerte abrazo :-)
Así es Miguelángel, gracias por pasar por mi casa literaria, un abrazo
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