@yaestiempo21 #microcuentos
Antes de ejecutarlo permitieron su última voluntad al maestro pianista. Tocó su propio réquiem.
Réquiem, por los que estaban a punto de morir. Su delito fue creer en la cultura; subiran al cielo que
abrirá sus brazos.
@misletrasnuria1
Todos quedaron estupefactos cuando vieron salir del piano almas perdidas que de esa manera encontraron la luz.
@ena2003
Dentro de poco seré un fantasma, pero ahora; cómo muerde mi carne el viento de otoño. @yaestiempo21
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