Soberbio pensamiento que perdona el viento
El eterno tormento camina
por la rampa de la vida.
Vierten las estrellas trémulas el resplandor vigía
Y en las horas yermas una lágrima penetra sobre tu mejilla
¡Qué sacudida la vida amarga!
Que levanta la mirada ausente.
El estío no da tregua
caminando se desplaza en la luz serena.
La sombra que en el desdén se adhiere advierte la mirada de
la voz cansada
y hora tras hora entre el cielo y la tierra recoge candente los soles.
Quiero mover el ocaso inseguro en el páramo frío.
#DesvánPoético
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