Seguidores

viernes, 15 de agosto de 2025

La hora que nunca llega






En la mesa danzan tazas,
chocan risas con vapor,
y en su copa, el Sombrerero
mezcla azúcar con rumor.

No hay reloj que aquí se atreva
a marcar un paso igual,
pues la aguja se ha perdido
entre cuentos y cristal.

"¡Más té!", grita el viento loco,
y la liebre sin parar
da saltitos entre platos
como un sueño sin final.

Sombrerero, guardián raro
del instante que no fue,
invitas a quien se atreva
a probar tu eterno té.

Pero cuidado, viajero:
quien se sienta junto a él,
olvidará que en el mundo
hay mañanas… y hay después.





 

6 comentarios:

No puedo más

  Ya no puedo más. Soy consciente de mi desgarro, de mi desesperación, pero me duele hasta respirar, como si cada inhalación fuera un peso q...