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sábado, 8 de octubre de 2022

El compromiso



Desde el blog de David Rubio, El Tintero de Oro la propuesta de este mes lleva un tema muy interesante. La organizadora de esta edición es nada más y nada menos que Marta Navarro, y está inspirado en la película, El gran Gatsby en homenaje a Fitzgerald: 

Estas son las bases, pero podéis informaros mejor entrando al blog. 

Un relato donde el tema sea una historia de amor que deba hacer frente a algún prejuicio (económico, social, racial...).

Extensión: Máximo 900 palabras.



Relato que tenía guardado en un rincón lo he adaptado para esta ocasión. 


"El compromiso" 


—Señorita Yang, debe terminar de vestirse. El Kimono es de un tejido de seda especial color celeste, elegido por la señora Ming, para este día. 

—¿Has visto el amanecer de esta mañana? Parecía que el sol abrazaba las flores de loto en el estanque. 

— No señorita Yang. 

— Las nubes rojizas se marcharon justo en el instante en que casi podían abrazar al sol. Sentí ternura. Quizás mi padre acertó con esta boda. 

— Señorita, ¡no diga usted eso!, será muy feliz. 

La miró en silencio y se preguntó qué ocurriría si las frías aguas no sintieran la flor de Loto flotar en el universo. 

Desde muy pequeña había sido educada para ser una esposa respetuosa. Sabía bordar, coser; cómo atender a su esposo para qué este no tuviera ninguna queja de ella. Pero tenía tanto amor en su interior. 

Se puso el Kimono. Roció sus cabellos con el fresco aroma del Jazmín y Azahar. Entró a paso lento en el salón. Al ver al que sería su futuro esposo el corazón le dio un vuelco, comprendió que había sentido un flechazo. 

— Hija, el joven Yeng-Se, hijo del señor Keen, ha venido a fijar la fecha de la boda, es cirujano y ha estudiado en el extranjero. La boda será la próxima semana por su trabajo. 

Yang, asintió con la cabeza cabizbaja.

La boda llegó, la fiesta, los farolillos al anochecer para que sus futuros hijos fuesen bendecidos por sus antepasados y las tablillas que finalmente firmaban todos los invitados. Tras toda esa parafernalia llegó la noche de bodas.

— Yang —señaló Yeng-Se— yo tampoco pude negarme a esta boda comprometida por nuestros padres cuando éramos niños. Estoy encontra de las antiguas costumbres para mi aberrantes, a las que se somete a las mujeres en este país. Ven, te ayudaré a quitarte esos horribles zuecos.  

Yeng-Se quitó el vendaje de sus pies con delicadeza, untó una pomada para mitigar el dolor y después se marchó a sus aposentos. Yang, quedó sola y lloró desconsolada, más por la vergüenza y el rechazo que por el dolor tan terrible que sentía. —¿Qué diría mi madre si me viese así?, — pensó. Se recostó sobre la cama, dejando que el resuello abrazara su pensamiento:

"Lo amaba desde el mismo instante en que lo vio, pero él parecía rechazarla". 

Poco a poco, se quedó dormida. Cuando la luna se recostó y el sol despertó se levantó y preparó el desayuno. Bollos al vapor rellenos de carne y leche caliente de soja. Yeng-Se fue también madrugador. Le dio un beso en la mejilla. 

Yang quedó en silencio, algo turbada. Empezó a no sentirse una esclava, algo qué repudiaba. Yeng-Se miró los pies de su esposa y al ver que llevaba las zapatillas que él mismo le había comprado sonrió. Tras desayunar le indicó que no lo esperase a comer porque tenía demasiado trabajo. 

La puerta de la cocina se abrió. Era Li. 

— Buenos días, señora Yang, su esposo me contrató para los quehaceres de la casa. 

La miró horrorizada, ¿y qué se suponía que haría ella durante todo el día? ¿Para qué le habían instruido desde pequeña? No quería ser rechazada hasta el punto de sentirse una inútil. Cuando se le pasó el disgusto cogió flores del jardín y decoró los jarrones del salón. Después se sentó a leer un libro hasta el regreso de su esposo. 

Yeng-Se llegó antes de lo habitual, justo cuando se disponía a cenar. Se sentó a su lado y Li sirvió la cena en su mejor vajilla de porcelana blanca con filos dorados y diminutas flores color salmón. 

—Estás preciosa con ese Kimono de color melocotón que realza tu cutis Yang. Esta noche dormiremos juntos. 

Ella se sonrojó. Su esposo por fin se sentía atraído por ella. No respondió, solo hizo un gesto con la cabeza. 

Yeng-Se sonrió. 

Tras la cena, entraron en su aposento. Yang se puso nerviosa. No estaba segura de cómo actuar. Se quitó el Kimono y se metió en la cama. Él hizo lo mismo sin dirigirle la mirada y se apoyó sobre la almohada absorto en sus pensamientos. Yang, se preguntó en qué estaría pensando, —acaso se había equivocado y no la veía atractiva— sería quizás que no se había perfumado lo suficiente. ¡Estaba tan cerca de él!. 

Cuando despertó encontró una nota en la mesita de noche:

"Esposa mía, marcho de viaje. Volveré en cuanto pueda. Yeng-Se". 

Pasaron los días, los meses, los años, y Yang fue viendo crecer una y otra vez las flores de loto mientras ella se marchitaba. Aún recordaba con dolor el día que recibió el telegrama que su esposo le envió desde el extranjero meses después de su marcha:

"Querida Yang, lo siento. No tuve valor para decírselo a mi padre. Nunca hubiera aceptado que me casara con una extranjera, lo mejor fue seguir adelante con la boda.  Aquí tengo a mi esposa a la que amo y mis hijos. Espero que algún día seas capaz de perdonarme. Como recompensa por el dolor y vergüenza que te causo, costearé todos tus gastos para que no te falte de nada. Nuestros padres supondrán que el trabajo me retiene y se compadecerán de ti sin que tengas que sentir la vergüenza del despecho. Sé feliz. Yeng-Se ". 

¿Perdonarte, gritó en su interior? Me condenaste a una vida solitaria sin tu amor.


900 palabras  




74 comentarios:

  1. Yeng-se es realmente un ser desalmado, mira que condenar a la desdicha a un persona tan encantadora, todo por seguir sus gustos y caprichos.

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    1. Totalmente de acuerdo Jose. Gracias por tu visita. Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Nuria, por participar con este relato en el homenaje a Fitzgerald. Un abrazo y suerte.

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  3. Hola Nuria: Exclente relato y que lastima. Un saludo.

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  4. Vaya cobardía que lo ha llevado a poner en una jaula a Yang, qué manera más absurda de arruinar una vida, porque él ha quedado bien y entiendo que ella tendrá que vivir leal a un esposo que no tiene.
    Un abrazo

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    1. Cierto Mujer de negro, una vida de encierro y desamor. Una crueldad por ser un cobarde incapaz de afrontar la situación antes de la boda. Un abrazo

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  5. Hola Nuria, una historia llena de tradiciones, de amor no correspondido y al final de una condena de por vida a una persona que no merecía un trato así. Has sido algo cruel con tu protagonista. Muy buen relato, suerte en el concurso.

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  6. Hola Núria.
    Un relato triste en el que, seguramente, podrían verse reflejadas demasiadas personas a lo largo y ancho del planeta. Porque las tradiciones y los prejuicios no son cosa de una cultura concreta ni tampoco de tiempos pretéritos. Lamentablemente, tenemos que lidiar con ellos constantemente. Pero creo que la culpa no es suya, sino del modo en que decidimos interpretarlos cada uno, de nuestra cobardía a la hora de negarnos a acatar la voluntad de otros sobre nosotros. Lo peor de todo es cuando nuestra cobardía nos lleva a provocarle daño a terceras personas que no tienen ninguna culpa, como le pasa a tu protagonista. Sin comerlo ni beberlo se ve abocada a una soledad que ella no ha decidido para sí misma. ¿Cuántas personas no habrán decidido casarse por guardar las apariencias y han mantenido toda la vida una doble vida? ¿Cuántos homosexuales o lesbianas no se han acabado uniendo a personas a las que no querían por evitarse problemas con sus familias o con su entorno? Si uno no se atreve a decir en voz alta quién es de verdad, lo mejor que puede hacer es no valerse de otros para fingir que es otra persona.

    Un abrazo.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo Estrella. Si no afrontamos lo que somos y utilizamos a otros no merecemos ser felices. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  7. Que inesperado final.... siento que me salte capitulos. Bueno el era el yang, el lado oscuro, y ella el yin, el lado de la luz que fue apagada por el yang.

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  8. Qué historia tan buena... La he vivido a fondo, con todos los detalles sutiles de la psicología de la chica, ya que el punto de vista es de ella y no podemos dejar de compadecernos de su espíritu romántico, frágil y defraudado. También me encantó la ambientación china de los pequeños detalles; se nota que conoces mucho el mundo chino. Muy bueno!
    Un abrazo

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    1. Gracias Maite, en realidad me gustaría saber aún más de lo poco que se, me fascinan sus costumbres. Un abrazo

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  9. Historia de desamor con un romántico aunque triste final! Pobre Yang, condenada a un matrimonio de conveniencia. El azar le regala un enamoramiento y esperanzas para ser feliz, pero finalmente el destino sigue su camino! Un saludo!

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  10. Existen formas para acabar con el sufrimiento.

    Saludos,
    J.

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  11. Buenos días Nuria.
    ¿Una vida condenada a la desdicha y la soledad, en lugar del rechazo de la sociedad? Aunque me parece la peor opción de las dos, en una cultura diferente como la japonesa, tal vez esta sea la mejor elección para una mujer.
    De todas formas, también en la nuestra, la opinión de la sociedad tiene más fuerza de lo que nos gustaría. Y se toman tantas decisiones equivocadas por el miedo al qué dirán.
    Tradiciones, prejuicios, ¡qué inmensa fuerza pueden tener!
    Buena ambientación, buen relato Nuria.
    Suerte en el concurso.
    Saludos.

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    1. Así es Trujaman, el poder del qué dirán y las tradiciones. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  12. Hola, Nuria. Muy apropiada tu historia para la temática de este mes. Ese tipo de tradiciones me parece aberrante y en contra hasta del sentido común. De ahí que tu protagonista, aun con la vida resuelta, no sepa qué hacer con ella ni encontrar sentido a su existencia tan miserable por eso mismo.
    Al menos en esa jaula de oro podrá dejar volar su imaginación y al no tener descendencia no continuar con la tradición.
    Saludos y suerte

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  13. Me recordó tu manera de escribir a una escritora americana llamada Pearl S Buck, autora de entre otros “Peonía” “La buena tierra”…"El compromiso" . Este relato me recuerda a “Viento del este, viento del oeste” con una temática similar.
    Está escrito con delicadeza y cromatismo. Todo un acierto las flores, colores y sugerente belleza del entorno, salvo la sumisión impuesta a las mujeres y concubinas. Luego vino la revolución en China y pasó al otro extremo de la situación. Ninguno de los dos buenos.
    No estoy segura de si el kimono es una prenda típica de China, creo que es del Japón si no me equivoco.
    ¡Pobre Yang!, como cuentas al final, la condenaron a una vida de soledad. Además de los pies vendados, el corazón desgarrado.

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    1. Tienes razón Tara, el kimono creo que es más tradicional en Japón, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  14. Hola Nuria. Una historia de desamor, ya es difícil que en un matrimonio concertado ella se enamore de esa manera, como para que encima la abandone por otra de forma tan cobarde. Los sentimientos de Yang están muy bien reflejados en el relato, así cómo a él se lo presenta como un hombre de buen corazón pero cobarde y pusilánime. Prefirió mantener a Yang de por vida y guardar las apariencias antes que enfrentarse a su familia y a una tradición caduca. Buen relato. Un abrazo.

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  15. Hola, Nuria:
    Te felicito por la manera fascinante en que has relatado algo tan aberrante como el egoísmo del cobarde cuando se inviste de generosidad.
    Tu relato luce y destaca como un kimono de seda en nuestra convocatoria.
    Un abrazo, Nuria.

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    1. Muchas gracias, Nino por tu visita y comentario. Esto me anima mucho y hace que me esfuerce cada vez más pues cada día se aprende y mejora un poco más con cada relato que se escribe. Un abrazo

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  16. Un relato muy bueno, Nuria. Rico en detalles. Me gusta la historia y como la cuentas. Suerte.
    Un saludo.

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  17. Hola Nuria , un triste relato esto me hizo pensar en los matrimonios
    De convencía, cuántos habrá y que desdichados los protagonista de esos matrimonio.
    Te deseo suerte en el reto.
    Besos de flor.

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  18. Pues yo he estado pensando todo el rato que era en Japón, pero , claro, los nombres son chinos. El no tenia mucha salida, si ya tenía mujer y hijos en el extranjero. ¿No volver a su país nunca? De todos modos , parece que no volvió. Sólo lo hizo para joderle ña vida a ella. Y ella no tiene mucha salida en esa cultura, ni negarse ni incendiarse, infinitamente más difícil para una mujer.
    Todo un callejón sin salida, kos planteas, pero muy bien narrado y creando una fuerte empata con ella

    Abrazo Nuria

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  19. Oh, que triste final. Estupendo relato que nos hace viajar por tierras asiáticas y por sus costumbres ancestrales. En las historias de vida también están los cobardes. Felicidades, me ha gustado mucho, a pesar del poso de tristeza. Saludos.

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  20. ¡Ah la maldita hipocresía! No somos valientes cuando se trata de tomar la decisión acertada para nuestras vidas. La falsedad hace daño a los que nos rodean, pues se crean falsas expectativas cuando jugamos con sus sentimientos.
    En el amor no todo vale.
    Un abrazo.

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  21. Dan ganas de llorar por todas las Yan de todas las culturas del mundo sometidas tanto a los deseos de los padres como a la falsedad de sus maridos. tan hipócritas como para querer pasar por buenos amnteniendo económicamente lo que no es. Muy bellamente escrito. Un abrazo

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  22. Hola, Nuria. Joder, qué rabia me la tanta falta de comunicación. No solo eso, el tipo ese tan delicado es un desalmado. En fin. En cuanto al relato en sí, me ha parecido muy visual, has sabido plasmar la esencia de lo que trasmite ese lugar. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

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  23. Amor y tradiciones no deberían ir de la mano, no tienen nada que ver, pero son tan potentes que se utilizan tanto uno como otro para el propósito que sea. En este caso, veo un relato y muy apropiado para el reto. Muy bien documentado y con una ambientación perfecta. Me ha gustado mucho, Nuria.
    Un abrazo!

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  24. Hola, Nuria. Impactante relato. Cuánta crueldad de parte de él, condenar a esa mujer a vivir sola y sin amor. Sin dudas una actitud machista, como es esperable en sociedades tan tradicionales.
    En cuanto al relato en sí, me encantó la forma en que narraste y cómo ambientaste y te documentaste.
    Un abrazo

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  25. Hola, Nuria. Yeng-se era muy moderno para las costumbres de su pueblo, pero también un egoísta y un cobarde. Bien podría hacerse llevado a Yang y enseñarle otra forma de vida, no que quedó la pobre muerta en vida. No me agrada este señor.
    Un muy buen relato. Te deseo lo mejor en el concurso.

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    1. Gracias Bruno, a mi tampoco me gusta una persona así de cruel. Saludos

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  26. Hola Nuria, que triste final y que cobarde el tal Yeng-se.
    Me gusta como describes todas las escenas, con dulzura y sencillez.
    Te felicito
    Un abrazo y suerte en el concurso
    Puri

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  27. Hola, Nuria. Parece que a la señorita Yang la privaron de su Yin.
    Una historia claramente inspirada en 'Viento del este, viento del oeste' de Pearl S. Buck, aunque con un final muy diferente y cruel. Terribles estas tradiciones tan anticuadas que espero que ya hayan sido desechadas. Aunque tratándose de chinos cualquier cosa puede suceder.
    A pesar del final tan cruel y triste, me ha gustado.
    Suerte en el concurso y un abrazo.

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  28. Querida Nuria: He disfrutado de tu relato, tan expresivo y bien tramado; y de la belleza de sus imágenes. Un abrazo.

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  29. Un buen relato de desamor, que te lleva en volandas hasta el duro y desdichado final. Imagino que ahí se acabó su amor por el liberal marido. Con una gran ambientación, en un entorno tradicional que muy probablemente aún perdure en algún lugar perdido de la poblada china. Buen relato de amor.

    Me ha gustado el relato. Suerte en el Tintero. Un abrazo.

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  30. Hola, Nuria. Terriblemente duro, pero magnifico relato .
    Un abrazo

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  31. Un relato bello y delicado, con un final brutal. Me encanta como nos haces sentirnos identificados con la protagonista, tanto, que hasta nos duele que acabe así. Estupendo leerte, un abrazo.

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  32. Esto es realmente una historia de terror. Estoy en "shock".

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  33. Que final tan cruel para Yang, pero la vida y el destino da giros inimaginables. Cada uno con su conciencia, si es que la tiene. Abrazos virtuales desde Venezuela.

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  34. ¡Espectacular relato, Nuria! ¡Te felicito por presentar semejante montaña rusa de emociones! Al principio, sentí enojo por el matrimonio arreglado; luego, esperanza al ver que la protagonista se había enamorado de él; después, confusión por la actitud de su esposo; y, finalmente, esa carta me rompió el corazón, realmente no me esperaba ese desenlace.
    Genial relato.
    Mucha suerte en el concurso.
    Un abrazo.

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