Dibujos al carboncillo para el reto de Friday Face OFF Arte Facial
En la hondura callada de sus ojos
se enciende un río que no pronuncia ningún nombre,
una claridad que rompe la penumbra
como una inquietud que no envejece.
Las pupilas son ventanas al instante,
refugio de silencios y de asombros,
donde el tiempo se queda suspendido
y el alma aprende a hablar sin pronunciarse.
Hay miradas que pesan como anclas,
otras que vuelan ligeras como brisa;
la suya, sin embargo, es un viaje
que te devuelve al origen de la ternura.
Mirarle es cruzar un umbral de fuego,
un espejo que no miente ni se apaga,
un faro que guía sin prometer destino
y enciende universos con tan solo un parpadeo.
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