El PASTOR camina por el campo, observando cómo las VACAS pastan tranquilamente la fresca HIERBA. Al otro lado de la VALLA, el sol baña el paisaje con su luz cálida, como si el mundo estuviera cubierto de una capa de MIEL. En ese momento, piensa que la vida, como la MIEL, puede ser dulce y espesa, pero también pegajosa y lenta. Las VACAS, ajenas a su pensamiento, siguen su rutina, mientras él se pregunta si esa simplicidad es la verdadera dulzura de la vida, el auténtico néctar del día a día. Pero no necesita respuesta: sabe qué es necesario para su vida.
Bitácora literaria. «La reflexión es aquello que abre un camino al pensamiento, el pensamiento es el camino que conduce a la reflexión; aquel camino libre que resplandece entre luces y sombras: la vida». Derechos de autor protegidos por ©Cedro Gracias por tu visita y comentarios. Estos serán aceptados tras pasar la supervisión del autor. Nuria de Espinosa
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No puedo más
Ya no puedo más. Soy consciente de mi desgarro, de mi desesperación, pero me duele hasta respirar, como si cada inhalación fuera un peso q...

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