Convocatoria de los jueves
"El viaje que nunca Hice"
Más información en el blog de Campirela
Querido amigo:
Te escribo desde El Cairo, aún con el olor del incienso y el polvo del desierto en la ropa. Nunca imaginé que un lugar que solo conocía en libros pudiera estremecerme tanto. Ayer, en Luxor, mientras el sol se derramaba sobre los colosos de Memnón, una anciana me dijo: "Aquí, el tiempo no pasa; se posa." Esa frase se me clavó como una espina dulce.
Probé el ful medames, tan humilde como delicioso, y un koshari callejero que me hizo llorar, quizá por el picante... o por el momento. En una barca sobre el Nilo, creí entender la eternidad: lenta, silenciosa, inevitable.
Me perdí en el bazar de Khan el-Khalili, regateando con palabras que inventé en el acto. Una cabra me siguió durante media hora. No me preguntes por qué. Creo que nos entendimos. Ojalá hubieras estado. Pero de algún modo, lo estabas.
Con arena en los zapatos y asombro en el alma,
Yo...
Hoy partí hacia Abu Simbel al alba, cuando el cielo aún era de un azul sigiloso. Frente a las estatuas de Ramsés, sentí una especie de pequeñez digna, como si todo mi ruido interior se hubiera rendido ante su silencio pétreo. Allí, una niña me ofreció una pulsera hecha de hilo y me dijo en un castellano roto: “Para que siempre vuelvas, aunque no regreses.”
La llevaré siempre. Como este viaje que nunca hice… pero que, de alguna manera, viví.
Un abrazo desde la orilla de lo irreal,
Tú, en Egipto.
hola
ResponderEliminarme ha encantado tu entrada, me sacoo mas de una sonrisa ^^
saludos :)
Não tenho dúvidas do fascínio que Egito exerce sobre quem realmente conece um pouco da sua história.
ResponderEliminarA sua publicação é uma prova disso mesmo.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Uno debe tener siempre sueños y uno de ellos sería viajar a Egipto y perdeme entre sus pirámides, debe ser algo glorioso, verlas en directo.
ResponderEliminarPero ante eso y nada tu viaje me ha trasladado allí y a ese paseo por el Nilo, por un momento creí estar en la India , pero me di cuenta de que no era una vaca, sino una cabra lo que te perseguía , ains vamos con el animalejo . Ajajjaja.
Genial Nuria, tus textos nos enganchan sobremanera. Muchas gracias por estar y participar. Un besazo con todo cariño.
Siempre me ha atraído la historia de Egipto, desde niño, pero nunca he estado allí, supongo que de poder estar sería tan mágico como tu relato.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.