Editorial Duomo ediciones
Idioma Español
64 Páginas
Año de edición:
2014
Traductor: Palmira Feixas Guillamet
Peso: 250 gr
Biografía del autor
Nació el 30 de marzo de 1895 en Manosque, Provenza, y murió en 1970. Su padre de origen italiano, era zapatero, y su madre, planchadora. Entre la oficina del padre y el taller de la madre, Giono leía sólo la Biblia y a Homero. Su inmensa cultura la adquirió de manera autodidacta gracias a una insaciable curiosidad. Ha publicado más de treinta obras, entre las que destacan El húsar en el tejado, La piedad solitaria, Batailles dans la montagne, Rondeur des jours, Les Grans chemins, Le bonheur fou, Deux cavaliers de lórage y Angelo. En 2009, Duomo publicó El hombre que plantaba árboles.
Sinopsis
«Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y ésa es la conclusión: estamos esperando a Elzéard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» José Saramago.
Opinión
Esta bella historia relato transmite un enérgico mensaje contra la destrucción de la vida. Es una defensa a la armonía entre el ser humano, los animales y la naturaleza, en la que aflora la riqueza del reino vegetal. En la historia, un pastor con amor dedica su vida a sembrar un erial yermo hasta convertirlo en un frondoso bosque.
La delicada edición de Duomo Ediciones junto con las imágenes de Jöelle Jolivet, transforma su lectura en experiencia visual. Junto a las dos escenas en pop – up que nos regala a los lectores, dos visiones diferentes de una misma realidad, nos descubre que el paso del tiempo no significa siempre decadencia, dolor, o la soledad, sino todo lo contrario. Una perfecta combinación de lectura más allá del simple paso de nuestros ojos por las letras.
La historia nos obliga a preguntarnos el porqué un hombre dedica toda su vida a plantar árboles y verlos crecer ante la necesidad de mostrar qué le estamos haciendo a la naturaleza. Sin duda nos invita a pensar; plantar un árbol puede ser la chispa que empiece a regenerar la vida del planeta y evite el caos que los humanos estamos haciendo en el mundo. Los árboles evocan todos los sentidos: olores frescos, el sonido de las hojas, el cantar de los pájaros, la textura de su corteza y nos conectan a su vez con el pasado y futuro a través de los surcos de su tronco. Es un libro de fácil lectura que encierra un mensaje de optimismo sobre lo que el ser humano puede lograr si reflexiona y alcanza a entender la realidad del mundo que nos envuelve.
Está reseña participa en el reto de lectura de Merche
Esta obra participa en el reto de lectura 24 quilos de conocimiento
Muy buena reseña, invita a leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo Nuria.
Gracias Dakota, es un libro que invita a reflexionar. Un abrazo
EliminarInteresante reseña y un buen libro, por lo menos da para la reflexión y la emulación. Abrazo grande Themis
ResponderEliminarTotalmente Themis, pensar en que le estamos haciendo al planeta y cómo acabará afectándonos. Un abrazo
EliminarHola Nuria, qué buena pinta tiene, una temática perfecta y buenas reflexiones, me gusta. Gracias por traerlo al reto.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Un placer Merche, me vino fenomenal el reto de este mes, pues ya sabes que en los hospitales las enfermeras no paran de entrar y salir de las habitaciones, así que leer un libro corto me resultó muy cómodo. Un abrazo
EliminarPlantamos árboles o cualquier otra planta, para intentar enmendar el daño que (nos) causamos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Desdé luego José, un grano de arena puede formar una montaña. Un abrazo
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