Ginebra Blonde nos habla este mes de lo, "Subliminal, que es aquello que se ubica por debajo del umbral de la conciencia".
Los mensajes subliminales están diseñados para no ser percibidos conscientemente, y sí de manera automática a través de distintos medios de comunicación, de forma que, sin darnos cuenta, quedan grabados en nuestra memoria.
Esta es la propuesta que este mes nos trae Ginebra Blonde desde su blog Varietés
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Leyó su carta por última vez. Pronto dejaría que su vida tomase la forma exigida por su progenitor: imposición, aceptación, sumisión. Recordó todas y cada una de las palabras de amor que Sebastián le susurraba al oído. Sin embargo, no dudó en aceptar el dinero que su padre le ofreció y huyó de la ciudad enviándole aquella carta que tantas veces había leído en los últimos días.
Y a pesar de todo, ella se mantendría firme. Aceptaría el compromiso impuesto, sería su esposa, pero su corazón no le pertenecería y su alma odiaría eternamente al hombre que amaba. Su mente alzó los versos que su alma desgranaba.
«Tantas son las horas que llevo pensando en ti,
que me siento la última
de las amadas.
¡Qué arte tiene el perder!
No hay orgullo ni emoción,
solo versos de amor.
El peso de la vida, de la existencia,
es la consciencia que grita trémula.
La memoria se dormirá con tu fragancia
y el amor se morirá para siempre».
Cogió a Venus en brazos. Puso en su rostro el estigma de la aceptación y se dirigió al salón donde su futuro esposo esperaba.
Hola Nuria, qué duro, permanecer al lado del hombre que se odia, uffff, una existencia dura tendría entonces. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, un abrazo
EliminarComo siempre nos has sorprendido Nuria, excelente relato de una historia muchas veces y tristemente real. 😉 Saludos! 🙋♂️🙋♀️
ResponderEliminarAsí es chicos por desgracia, un abrazo y gracias por la visita y comentario. Un abrazo
EliminarUna triste historia maravillosamente contada, Nuria.
ResponderEliminarQué bellos tus versos.
Abrazos!
Gracias Carmen, un abrazo
EliminarY cuán difícil ocultar bajo esas máscaras los sentimientos que se esconden a gritos...
ResponderEliminarMuy bueno, querida Nuria. Lo has resuelto con un tema que, lamentablemente, se daba (y se dará) en muchas familias.
Y, además y como colofón, lo has cerrado con esos bellos versos y su profundo clamor.
Un placer tu aporte.
Muchísimas gracias.
Abrazo grande, preciosa amiga 💙
Gracias a ti Ginebra que cada mes nos sorprendes con tus propuestas, me alegro que te haya gustado. Un fuerte abrazo
EliminarNadie debe casarse por imposición sino por amor. Un abrazo Nuria.
ResponderEliminarAsí es Federico, por desgracia antes no era así y ahora solo pasa en ciertas culturas y países. Un abrazo
EliminarPocas palabras para el acto que tenía que aceptar, muy cotundente el relato, te deja congelado frente a una realidad en muchísimas partes la norma, gracias, abrazo Themis
ResponderEliminarDesgraciadamente así es Themis, ojalá dejé de serlo. Un abrazo
EliminarComo refleja tu relato las crueles imposiciones de los matrimonios por conveniencia. La poesía de incluyes en tu relato, como ocurre con el género poético en general, siempre incluye infinidad de mensajes subliminales, es parte de su encanto y lo que la hace especial! Un abrazote Nuria!
ResponderEliminarMuchas gracias Marifelita por tus bellas palabras. Un fuerte abrazo
EliminarQué dura decisión, y sobre todo, qué duro quedarse por encima de todo. Buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo
lady_p
Gracias Lady, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarNo hay peor desdicha que estar viviendo con alguien que no se siente ni tan siquiera aprecio por él o ella. Un buen relato. Subliminal aunque triste. Pero real.
ResponderEliminarUn besazo.
Cierto Campirela, demasiado real en algunos lugares. Una pena. Gracias y un abrazo
EliminarUn relato tremendo, Nuria. Eso de casarse en esas condiciones debe ser horrible.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Así lo pienso yo también. Un abrazo
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