Esta nueva temporada David Rubio desde su blog:
Nos propone crear un microrrelato de no más de 250 palabras, a partir de una cita de un autor. Para más información pasaros por su blog que llega cargado de grandes propuestas. El encargado de este primer reto es Pepe Torre.
Mi primera aportación para El Tintero de Oro reto de Septiembre. 👇
El viento distraído se filtraba por la ventana, ululando, envolviendo paredes y muebles. La mañana dolía cómo la lápida negra qué esperaba en la puerta. El presente moriría con ellos, no así su pasado.
¡Qué curiosa la muerte que poderosa te descompone!
Apareció el miedo con el grito del sargento:
—Todos en fila. Ha llegado el momento.
El dolor tiñó los ojos de los condenados y los fue apagando. Sin rumbo ni destino, la cuadrilla de soldados apresados la noche anterior, inició el trayecto a paso lento y acompasado por el lodazal que atravesaba el bosque hacia su último destino.
La atmósfera se volvió rancia cómo el vino; en su rostro se reflejaba la amargura y el miedo, ahogando sus gargantas en un diálogo sin dueño.
El barro pesaba bajos sus pies. La mochila sobre sus espaldas. Las sombras de la muerte se acercaban, gritaban:
¡Ahí van con el chirriar de su alma condenada, bajo el fusil de la batalla!
La penumbra se hizo dueña del bosque, la noche jadeó el olvido errático en un sendero donde el horror sería su final.
—Alto, —gritó el sargento— todos al borde de la zanja. ¡Vamos!
Los soldados se acercaron y observaron su destino con tristeza.
—He dicho qué en fila, —gritó de nuevo el oficial.
En silencio se colocaron al borde de la pequeña pendiente; cerraron los párpados y antes de qué el sargento diese la orden de disparar su alma ya agonizaba y su corazón se paraba.
A partir de la cita de Blas de Otero...
"Esto es ser hombre: horror a manos llenas".
Microrrelato de 248 palabras
Hola, Nuria. La verdad es que si la vida puede ser maravillosa es porque también puede ser un horror a manos juntas. Vaya micro, has sabido mostrar ese miedo que precede a un último aliento no buscado, no deseado, temido. Como dices, qué curiosa la muerte, qué poderosa te descompone, pero qué miedo verla de frente.
ResponderEliminarValioso.micro, Nuria, muy impactante.
Un abrazo!
Gracias Pepe, me alegro que te gustase. Disculpa mi tardanza en contestar pues no me salía tu comentario. Un abrazo
EliminarUn micro muy poético pese a la crudeza del tema de fondo. Muy acorde también a la cita que propones. Me ha encantado, Nuria. Estupenda tu historia.
ResponderEliminarGracias Marta, un fuerte abrazo.
EliminarPoesia y dolor,Nuria.Trasmites muy bellamente el dolor de esas víctimas. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Juana, disculpa mi tardanza pues no me salía tu comentario. Un abrazo
EliminarEl miedo a saber que te van a matar. Muy duro y muy bien escrito.
ResponderEliminarGracias Flor, me alegro que te gustase. Un abrazo
EliminarBreve, afilado y contundente. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Guille, saludos
EliminarSi hay dos premisas que definen a Blas Otero, es la desesperanza y la profunda humanidad y cuestionarse todo sobre la vida y la muerte, y desde luego, Nuria, has incidido en esto en tu descarnado micro donde, al borde de la zanja todo se apagó para tu protagonista ficticio y para muchos otros seres reales a lo largo de nuestra trágica historia no tan lejana.
ResponderEliminarCierto Tara, ojalá que la memoria histórica logré por fin abrir esas zanjas y dar el sosiego que sus familias merecen. Gracias y un abrazo
Eliminar¡Hola, Nuria! Desde luego la cita va de la mano con el micro. Imaginar cómo debe ser ese momento en el que sabes que todo terminó, ese camino al paredón, esa convicción de que en unos minutos todo termina a manos de extraños... Imaginarlo es complicado, quizá el tiempo se hace eterno, no sé. Con tu estupendo micro hemos podido percibirlo.
ResponderEliminarPD ¡Ah! El encargado y autor del reto es Pepe de la Torre. Un abrazo!!
Tienes razón David, se me pasó por alto, pero ya lo he añadido al anunciado. Disculpas a Pepe. Gracias me alegro que te gustase. Un abrazo
EliminarHola Nuria lo he visto, me he visto en ese bosque viendo a esos hombres. Buen microrelato. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa, me alegro que lograse hacerte sentir ese momento, abrazos.
EliminarRelato que nos recuerda el horror de una guerra y la maldad que el ser humano puede llegar a albergar y que concuerda perfectamente con la cita elegida de Blas de Otero. Relato muy bien escrito que nos sobrecoge. Enhorabuena, Nuria. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Mayte, me alegro que te gustase. Ciertamente las guerras sacan lo peor del ser humano. Un abrazo.
EliminarPoderoso micro de tintes poéticos que sabe remover el alma. Has escogido las palabras justas para eso. Muy bueno Nuria, saludos.
ResponderEliminarGracias Ana, me alegro que te guste. Saludos
EliminarHay cierto aspecto en el mundo un tanto triste y tenebroso. Mas aun si se trata de ejercitos y armas de muerte.
ResponderEliminarQuizas todos somos soldados
Quizás José, gracias por tu visita y comentario. Saludos
EliminarHola, Nuria, como bien señalan los compañeros un relato muy poético para relatar una escena terriblemente cruda. Un narrador que nos muestra lo que va por fuera y lo que va por dentro de las víctimas ya rendidas a su destino. Solo es escuchan los gritos dando órdenes del militar, el silencio que lo rodea se palpa y se siente como una losa fúnebre ante la venida de la muerte.
ResponderEliminarBuen micro, me ha gustado. Un abrazo.
Gracias Carles, un abrazo
EliminarPrecioso y duro relato basado en una frase triste, pero muy cierta.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Rosa, besos.
EliminarHola Nuria. Horror se percibe en tu micro, como reza la cita de Blas de Otero. Pocas cosas más aterradoras debe haber que saber que la muerte te espera en pocos minutos y vivirlos como si durasen una eternidad, acercándose el final igual que el narrador nos va acercando poco a poco a nosotros los lectores el momento temido. Contrasta la altivez y frialdad del oficial con la angustia de los condenados. Un micro bien contado y entretenido. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Jorge, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola Nuria , un relato muy cruento
ResponderEliminary más en esas épocas , cuando uno es un soldado tenía que ejecutar a unos cuantos en el paredón, y relato muy impactante.
Te felicito , besos de flor.
Así es Flor, una época angustiosa para quienes la vivieron. Gracias. Besos
EliminarAterrador. Nos llevas acompañando a los condenados (sin juicio, claro), a criterio del sargento si no hay nadie más alto de rango. Por el camino esperaba la aparición de alguna esperanza, pero , claro , eso era porque aún no sabíamos de la cita. Me parece especialmente cruel llevarlos a fusilar s una zanja, para enterrarlos todos juntos de una pasada, y no tener que molestarte ni en eso.
ResponderEliminarEscalofriante, Nuria
Abrazoo
Gracias Gabiliante, una dura realidad de la guerra civíl donde la humanidad no tenía cabida. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Me ha gustado mucho el texto. Has logrado mucha atmosfera y un buen equilibrio entre narración y dialogo. Además , me parece muy sugerente el micro y la historia horrorosa de esos hombres. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Pedro, me alegra haber logrado el efecto deseado. Un abrazo
EliminarLa maldad congénita parece formar parte de nuestro genoma como ¿Seres humanos?
ResponderEliminarGracias por tu relato.
Abrazo.
Si Francisco, esa es la gran pregunta... Gracias. Un abrazo
EliminarHola, Nuria:
ResponderEliminarGracias por compartir este relato, su lectura me ha inquietado.
Temo que la muerte no sea mi último destino, que de alguna manera habré de purgar el desatino al que llamo vida. Confío en tardar en comprobar lo acertado de mi temor y en no hacerlo jaleado por un sargento gritón.
Un abrazo, Nuria.
Hola Nino, que así sea por el bien de todos. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Me ha gustado mucho tu micro y la forma tan poética con la que has sabido describir una escena tan horrorosa.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Cynthia, me alegro que te gustase, un abrazo.
EliminarQué bien has sabido describir la angustiosa situación, Nuria.
ResponderEliminarMuy buena participación.
Un abrazo.
Gracias Macondo. Un abrazo
Eliminarsuspenso y perplejidad bien logradas. La fatalidad, no son más que las consecuencias de nuestras pequeñas y grandes debilidades. Saludos desde Colombia.
ResponderEliminarGracias anónimo, por tus palabras. Abrazos
EliminarMuchas gracias Estrella, por tus palabras. Me alegro que te gustase el microrrelato. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Guillermo, me alegro que te gustase. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bueno tu micro Nuria, realmente pude ver en mi mente a los soldados caminando a su destino final, arrastrando el peso de su suerte, tremendo, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarGracias Patricia, un abrazo
EliminarAterrador y desesperanzado, ciertamente las guerras deshumanizan a algunos, quizás para sobrevivir.
ResponderEliminarHe sentido ese camino eterno del miedo
Un abrazo
Gracias Mujer de negro, un abrazo
EliminarHola, Nuria. Has sabido sacar poesía del peor momento de la vida y nos has transmitido el pesar de quien ve su final. Estupendo micro. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Isan, me alegro que te gustase. Un abrazo
EliminarHas conseguido plasmar con dureza como se enfrentan a la muerte a los que están destinados a ella.
ResponderEliminarUn abrazo Nuria
Puri
Gracias Puri, un abrazo
EliminarIntenso y vívido en la descripción, y completamente acorde con la frase del poeta, porque además el tono del micro es angustioso y poético a la vez. Has logrado que sienta ese desgarro de las almas en pena "bajo el fusil de la batalla".
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Volarela, un abrazo
EliminarTremendo micro, Nuria, nos haces sentir ese horror desde el primer al último momento. Enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Lola, un abrazo
EliminarImpresionante, Nuria. Con tus palabras llenas de fuerza poética me has hecho sentir el terror de los soldados apresados. Me ha parecido impactante y original el final “…su alma ya agonizaba y su corazón se paraba” antes de ser disparados. Muy buen micro. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Cristina, un abrazo
EliminarMe gusta, veo un relato lleno de fuerza.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias Manuela, me alegro que te gustase. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Un relato impactante y la cita, sin dudas escalofriante como la realidad misma.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mirna, un abrazo
EliminarAún sospechando desde el principio que les espera un pronto final, hasta la última línea te queda la esperanza que suceda algo que les libre de la muerte. Imagino que del mismo modo que ellos al borde de la trinchera, pero no les acompañó la suerte! Nos deja con la piel de gallina! Bonito relato aunque triste, como la misma guerra! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Marifelita, un abrazo
EliminarHola, Nuria. Un relato desgarrador que describe a la perfección la oscura naturaleza humana. Y lo peor es que tantos siglos de ¿evolución? no ha servido para nada.
ResponderEliminarTe felicito por tu trabajo. Un saludo.
Muchas gracias Bruno, saludos
Eliminar¡Impresionante! Nos hace sentir el horror con mayúsculas que seguro precede a una situación como la que describes, aun así, con enorme poesía. Me ha encantado. Una maravilla.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias MJ, me alegro que te gustase. Saludos
EliminarQue soledad hay en un campo de batalla...que solledad humeda en las tricheras, que soledad.
ResponderEliminarCierto Gustab, soledad y dolor. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos
EliminarHola, Nuria. Como se suele decir, y en esta ocasión literalmente, la primera en la frente. Para abrir boca de los micros de este mes ya nos has puesto el estómago del revés. Esperemos que estas escenas acaben siendo solo cosas del pasado y no se repitan en el futuro. Saludos.
ResponderEliminarAsí lo espero también, que solo quede en el recuerdo de lo que nunca debería pasar JM, gracias y un abrazo
Eliminar