Fabricando ilusiones

 

Imagen creada por Mónica desde su blog: Neogeminis con la que nos felicita a todos las fiestas.

Allá en lo más profundo del polo norte, está ubicada la fábrica de Papá Noel. Reina un bullicio inusual. La Navidad esta a la vuelta de la esquina y todos los renos, duendes y elfos trabajaban arduamente para preparar los regalos que Papá Noel entregara esa noche mágica.

Los renos, con sus largas astas, se preparaban para el gran vuelo, asegurándose de tener sus arneses en perfecto estado. Rudolph, el reno con la nariz roja brillante, lidera el equipo y da instrucciones a los demás con entusiasmo. Todos saben que su tarea es crucial para el éxito de la misión navideña, así que se esfuerzan al máximo para estar listos en tiempo récord. En el taller, los duendes; pequeñas criaturas de orejas puntiagudas y gorros coloridos, reina la organización. Cada duende tiene asignada una tarea específica, desde envolver regalos hasta fabricar juguetes. Trabajan en perfecta armonía, con rapidez y precisión. Se mueven entre las estanterías llenas de material con alegría y se refleja en sus rostros mientras cumplen su labor.

Entre tanto, en la sección de los elfos; seres pequeños, pero listos y astutos, se ocupaban de los últimos retoques. Con sus manos, pulen cada detalle y añaden el toque mágico necesario a los regalos para que lleven consigo un pedacito de la esencia navideña que calentará el corazón de cada niño al recoger su regalo bajo el árbol.

La noche se acerca, y la emoción en la fábrica es palpable. Papá Noel, con su barrigota y su barba blanca, se asegura de que todo marcha bien. Con una sonrisa en los labios, anima a todos y les recuerda la importancia de su trabajo. 

Cuando llega el momento, los renos, están preparados y ansiosos por volar, los duendes han envuelto hasta el último regalo, y los elfos han dejado su toque mágico en cada uno de ellos. Con ayuda de la magia navideña, los regalos son cargados en el trineo, los renos se acoplan en perfecta sincronía y Papá Noel toma las riendas.

Al sonar la campana que anuncia el inicio de la travesía; todos, renos, duendes y elfos, se reúnen y despiden a Santa mientras despega con su trineo en medio de un manto de estrellas. Saben que el mundo entero espera los regalos y ellos han hecho su parte para hacer felices a miles de niños, llevando consigo el espíritu de la Navidad. 

«Ahora le toca al mundo lograr que ningún niño sufra en Navidad».