#Monoficcion
—Yo creo que es más que evidente que no somos iguales.
—Pero porqué Maria, no lo entiendo. Tenemos la misma talla de pecho, de cintura y de altura. Y las dos salimos siempre bien vestidas, pintadas y con un precioso moño; además tenemos el pelo negro.
¡Pero si parecemos hermanas!
—Mira Rosa, no te enfades. Pero te parece pocas diferencias que tu piel sea negra y yo blanca?
—Eso es un pequeño detalle sin importancia.
—Rosa, ¡Ya está bien! Me a gotas. Olvida el tema.
—Bueno, bueno; pero papá siempre decía que éramos como dos gotas de agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario