Creció siendo uno más del museo de los horrores. Lo enjaularon porque temían les atacase. La jaula, se le hizo pequeña; el gigante ogro asustado, miró con su único ojo, a través de las cortinas quienes eran esas cosas tan pequeñas que le atontaron con una inyección.
El primer alienígena que logramos capturar y se moria. La enorme jaula donde estaba, redujo tanto su movimiento que parecía ser la causa. Solo lograba abrir un ojo, si no lo liberaban pronto moriría sin remedio.
Creció en la cueva de una montaña. Un cíclope enorme. Lo capturaron y lo encerraron en una enorme jaula. Él con su enorme ojo observaba en silencio. Al amanecer serían su desayuno.
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