Participación en el reto de Ginebra Un libro abierto
SIGUE LA FRASE...
Nuestra primera cita fue volar en globo; también fue la última al descubrir que tenías miedo a las alturas. Al principio, todo parecía perfecto: el suave balanceo del globo mientras ascendíamos, el horizonte pintado de colores cálidos, y tú, nervioso pero sonriente. Sin embargo, a medida que subíamos, tu sonrisa se desdibujaba y tus manos empezaron a temblar. Traté de calmarte con bromas y señalarte lo hermoso del paisaje, pero tus ojos ya no se fijaban en la vista, solo en el suelo que se alejaba cada vez más y cuando el globo alcanzó su altura máxima, te aferraste al borde, pálido, murmurando que necesitabas bajar. La magia del momento se había desvanecido, y todo lo que quedaba era tu terror palpable. Al aterrizar, me miraste con una mezcla de disculpa y vergüenza, y ambos supimos, sin necesidad de palabras, que ese sería nuestro último vuelo juntos.
Cada día tus relatos cortos son más claros y precisos, muy buenos, te estás especializando, abrazo grandote Themis
ResponderEliminarGracias Themis, besitos
EliminarBreve pero directo. Ese final con abierta interpretación es un final potente. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo, Nuria!
ResponderEliminarGracias, me alegra que te haya gustado. Besitos
EliminarMejor descubrirlo en la primera cita. Saludos
ResponderEliminarCierto Federico, un abrazo
EliminarDos personas incompatibles desde la primera emoción que no pueden echar a volar juntos, Nuria.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Así es Miguelángel, un abrazo
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