En el corazón de la ciudad se erguía un antiguo edificio de piedra; en sus pasillos mudos quedaron infinidad de historias. Clara, trabajaba como vigilante nocturna. Aquella noche mientras revisaba los pisos, escuchó pasos en la planta superior. No debía haber nadie, pero los pasos eran claros y pesados. Se asustó. Agarró su linterna y subió despacio, siguiendo el sonido. Vio una puerta que nunca había visto. Temblorosa la empujó.
Al otro lado de la puerta, aparecía un gran espejo y en su interior lo que parecía un despacho, con muebles cubiertos de polvo. Frente a él, sentado en una silla, un hombre de traje gris la miraba. Dio un respingo.
—¿Quién eres? —dijo balbuceando a causa del miedo.
El hombre levantó la vista lentamente, como si despertara de un largo sueño.
—Llevo años esperando que alguien me vea.
—Esto no tiene sentido... Aquí no hay nadie desde hace décadas —replicó Clara, retrocediendo unos pasos.
El hombre la miró con una sonrisa torcida y vacía.
—¿Eso te han dicho? He estado aquí todo el tiempo, observando... esperando.
Clara sintió un escalofrío que le recorría la espalda. ¡No es posible! Gritó en su interior. La linterna parpadeó y, por un segundo, la luz reveló algo aún más extraño: en el espejo no había reflejo de ella, solo el del hombre.
—Tú deberías saber lo que llevas tiempo negando, —dijo el espectro, levantándose con lentitud de la silla—.
—¿Qué quieres decir? —susurró Clara, sintiendo cómo el aire se volvía tan gélido que podía cortarle la garganta.
Él se inclinó hacia el espejo, y su voz resonó como un eco.
—Que tú ya estás muerta.
Clara miró sus manos y vio su piel desvanecerse. Su grito quedó atrapado en la quietud. Había sido parte del edificio todo el tiempo, sin saberlo.
¡Muy buen relato! me ha gustado mucho. Los fantasmas mas peligrosos, son los que no saben que lo son o al menos eso dicen.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias Morella, me alegra que te haya gustado. Un abrazo gigante
EliminarLa rutina nos mata poco a poco, sin dudas.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Eso es cierto José, un abrazo
EliminarMuy buen relato. Tienes la capacidad de hacernos sentir a través de tu creatividad. Felicidades.
ResponderEliminarUn saludo de Buscador
Gracias Buscador, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
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