Al recorrer aquellos caminos descubrí un sendero que me llevó hasta un castillo que parecía como si el tiempo lo hubiera olvidado entre las montañas. Fue como una tortura para la mente pensar en las personas que en otra época ocuparon el castillo: la impresionante construcción y sus muros me parecieron una condena para los que vivieron ahí; oculté palabras calladas en mi pensamiento como si fuera un mártir.
Las dudas surgían en mi cabeza, dando paso a nuevos pesares; cogí mi mochila, y admiré lo que florecía entre las piedras de los muros que se mecían como el algodón, adornados con los rayos del sol.
¡Qué efímera me pareció la vida, la catarsis en el cobrizo crepúsculo, que despierta el anochecer de una luna febril, que en el ocaso reposa cansada!
Las puertas de la noche se abrieron para dar paso al pensamiento que precede al alba en un silencio envejecido.
Las arrugas de mi rostro no son profundas, las del corazón sí, y perecen en mi voz silenciada por matices cristalinos que alcanzan las nubes grises. Un manto de estrellas recorre el universo infinito y perverso que destapa el árbol solitario, y te invita a madurar. Sin embargo yo fui más allá.
Continuará...
siempre me han gustado los castillos, por fuera y por dentro. y últimamente me despierta mucha curiosidad la edad media.
ResponderEliminarbonito relato, con metáforas sobre el estado de ánimo.
besos!
Muchas gracias Chema, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarLa noche te cierra los ojos de la luz del día y te abre la luz del alma. Poco a poco la intimidad de tu pensar te envuelve...Pensarás distinta a como lo haces de día y la oscuridad de hablará mientras llenas tus pulmones de esa brisa que recorre por campos y tejados. Le hablarás a la Luna con intimidad, perseguirás tu estrella favorita, te bañarás en la desnudez de tu corazón cuando en poco tiempo, mirarás tu reloj natural que se detiene ante la magia. El silencio se hará voz sin ser escuchada. El cansancio te invadirá, los ojos se cerrarán a la espera del amanecer y la vida comenzará con otro ciclo mas allá de las estrellas...
ResponderEliminarUn saludo
De Buscador
WoW, precioso texto compartes Buscador, gracias y un abrazo
EliminarLo mejor es el retiro cuando llegan las decepciones
ResponderEliminarCierto Gustab, gracias.
EliminarHola Nuria: ya te sigo. Me encantó este relato. Besotes para vos. Susana de Alas de Papel
ResponderEliminarHola Susana, bienvenida a mí bitácora, me alegra verte aquí, un abrazo gigante.
EliminarHola, Nuria, una historia que promete. Los castillos albergan muchas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarHola Nuria, maravillosos los castillos, tienen un encanto especial. Te quedará muy bien la historia al completo, esta parte maravillosa. Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Dakota, me alegro que te haya gustado. Un abrazo
EliminarCaminante, no hay camino, se hace camino al andar. El camino de la vida te llevará a tu castillo y en estarás hasta que caiga la noche. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Federico, un abrazo y feliz fin de semana
EliminarHola gracias por pasarte por mi blog, y dejar tuscomentarios, me ha encatado el relato seguure leyendo las demas partes, saludos
ResponderEliminarHola Cecy, es un placer pasar por tu blog y el resto de seguidores, algunos me cuestan más porque no dejan visible su blog, pero intento corresponder todos agradecemos las visitas y comentarios. Un abrazo grande
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