Desde el blog Un libro abierto Ginebra Blonde nos propone este mes:
Al otro lado de la puerta
«Cuántas veces nos hemos preguntado qué habría al otro lado de la puerta? Unas cuántas, ¿verdad?».
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Supongo que fue un despiste de mi corazón en esta tarde fría de invierno, pero allí estaba, sin esperarlo, olvidada en lo más profundo de mi ser, la única puerta que no deseaba abrir. Me negaba a admitir qué permanecía al otro lado. Sin embargo, mientras el crepúsculo asomaba en el horizonte, algo despertó dentro de mí y en un arranque de valor, decidí abrir la puerta. Mi corazón latía con fuerza, como un caballo desbocado en el momento en que giraba el pomo.
Lo que vi al otro lado me dejó perpleja. Extensas dunas de recuerdos llenos de tristeza y amargura, sin lágrimas ni palabras convulsas, porque los ojos quedaron secos cuando se rompió mi niñez. Comprendí que al otro lado de la puerta quedó rezagado un pedazo de mí misma, de la infancia, que existía oculta en mi mente; esa triste infancia sin cumpleaños, sin cariño ni abrazos, cuya historia prefería no recordar porque el dolor era demasiado.
En lo más profundo de mi ser oculté la llave de mis recuerdos todo este tiempo. Cerré la puerta con fuerza, dejando atrás la dolorosa etapa de mi vida que no deseaba volver a evocar. Pero sé que siempre estará ahí, esperando a que vuelva esa remembranza que tanto duele como un recordatorio silencioso; pero a veces a los fantasmas del pasado es mejor abandonarlos y mirar hacia adelante, dejando que se pierda en el silencio del tiempo, esa puerta que no quiero cruzar.
https://bloguers.net/votar/NuriadeEspinosa
Para lo bueno, lo malo y lo regular, somos en el presente lo que hemos vivido en el pasado. Ya no podemos cambiarlo pero podemos aprender de ello, de los errores, de los aciertos.
ResponderEliminarAsí es Noelia, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarComo bien dice la canción, procura no descuidarte ni mirar hacia detrás , como siempre, excelente relato Nuria y con planteamientos existenciales 😉 un abrazo!! 🙋♂️🙋♀️
ResponderEliminarGracias chicos, un fuerte abrazo
Eliminar¿Qué pasa con ese ser que vivió esa triste infancia? terrible,¿no?
ResponderEliminarSi, mazmorrilla, pero ella logró salir adelante con sus defectos y sus virtudes. Un abrazo
Eliminar¿Atrás? Ni para coger impulso.
ResponderEliminarY como dice Mario Benedetti:
"Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio, pero viene
Ya se va acercando, nunca tiene prisa"
Así es Pascual, el futuro se acerca a pasos de gigantes. Siempre adelante. Muchas gracias por tu visita y comentario. Un fuerte abrazo
EliminarMe he llevado varias sorpresas. Tu contribución me ha encantado, me habla a mí y de la forma como manejo las etapas de la vida: en un archivo del cerebro con cajoncitos que se abren y se cierran según la ocasión pero que ahí están, pues son míos. Me encantaron las imágenes. Y no pude evitar darme una vuelta por ese blog y me sorprendí gratamente. Tienes un bonito reconocimiento, me confundí en un principio, pero ya he comprendido. Total, varios gratos descubrimientos. Gracias! Un abrazo muy grande ☺️🌹
ResponderEliminarHola Maty, supongo que ambas somos iguales. En cuanto cogemos la pluma, desgranamos nuestra alma irremediablemente. Un fuertísimo abrazo
EliminarHola Nuria, a veces es inevitable cruzar ciertas puertas, lo bueno es que solo nosotros tenemos la llave de la mismas, como en tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, así es, el destino nos dirige, pero de nosotros depende abrir la puerta o no. Un fuerte abrazo
EliminarLos fantasmas del pasado están ahí para dar miedo siempre, para provocar sentimientos adversos opuestos a tu voluntad. Lo mejor es eso, cerrar esa puerta vedada, pero si has de traspasarla, la propia mente es selectiva y se encarga de filtrar hechos del pasado que nos perturban. Una gran ayuda para olvidar.
ResponderEliminarFelicidades por tu excelente escrito que da que pensar y mucho.
Un abrazo.
Gracias Marcos, supongo que la vida nos va dirigiendo hacia esas puertas que solo nosotros podemos decidir si abrirlas o no. Un fuerte abrazo
EliminarEl pasado no se puede cambiar, aunque puede servir para aprender. Cuando miramos hacia el pasado, no debemos anclarnos en el y decidir si vale la pena abrir ciertas puertas o cerrarlas para siempre.
ResponderEliminarCierto Sandra, siempre hay que seguir caminando. Un fuerte abrazo
EliminarEsas puertas que no siempre queremos abrir, que preferimos dejar cerradas, más allá que muchas veces los recuerdos no son otra cosa que las historias que nos hemos contado sobre ellos, darles un vuelco ayudan a que no necesiten tantas energías para retenerlos. Abrazo grande Nuria, muy bien planteado, Themis
ResponderEliminarGracias Themis, un fuerte abrazo
EliminarUna buena alegoría de la puerta con el bloqueo de los recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Federico, un abrazo
EliminarHola, Nuria.
ResponderEliminarEsas puertas que nos llevan hacia atrás es mejor no abrirlas. Si acaso, atisbar lo que tienen y mirar hacia adelante.
Un fuerte abrazo :-)
Ciertamente Miguelángel, gracias y un abrazo
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