Convocatoria de los jueves 5/Enero/2024 Los Reyes Magos.
Está semana Campirela desde su blog Campivampi
Nos propone echar la vista atrás y recordar como era esa noche única en el año donde los más peques están con un ojo abierto y otro cerrado en espera de sus regalos y crear un texto de no más de 350 palabras.
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Hace muchos años, existía una noche mágica que todos esperábamos con ilusión: la Noche de Reyes. Era un momento único en el año donde los más pequeños, como yo, en aquel entonces, estábamos con un ojo abierto y otro cerrado, a la espera de nuestros regalos.
Recuerdo con precisión esa noche especial. La casa estaba llena de un aroma dulce a polvorones y un tenue resplandor brillaba en el árbol adornado con luces de colores.
Mi hermana y yo nos acostamos temprano, aunque nos costaba conciliar el sueño. Mientras nuestros padres nos arropaban, nos aseguraron que si nos portábamos bien, los Reyes Magos nos dejarían los regalos más esperados. Llenos de entusiasmo, cerramos los ojos y nos sumergimos en sueños llenos de ilusiones.
Al despertar, un haz de luz se coló por la cortina entreabierta, y de golpe recordamos: ¡Los regalos! Nos levantamos de un salto y corrimos al salón, donde nos encontramos con un increíble espectáculo de magia y sorpresas.
Allí estaban los juguetes que habíamos imaginado durante tantas noches. Los Reyes Magos habían dejado sus huellas de estrellas de colores por todo el suelo, señalando el camino que habían recorrido.
Ya no éramos dos niños corriendo hacia el árbol de Navidad, éramos dos exploradores en busca de las maravillas que nos habían traído Melchor, Gaspar y Baltasar. Rápidamente, empezamos a abrir nuestros preciados tesoros con una alegría desbordante.
El corazón latía emocionado al descubrir cada regalo. Las risas, los abrazos y los brillos en los ojos eran la melodía que llenaba la casa. Nuestros padres, felices ante nuestras reacciones, sonreían.
Aquella noche de Reyes fue que lo más hermoso de todo, era el amor que se respiraba. Nos dimos cuenta de qué el verdadero regalo no estaba en los juguetes, sino en el tiempo que habíamos compartido en familia, en el estar juntos en esa noche única del año.
Hoy, cuando echamos la vista atrás y recordamos esa mágica noche, aún sentimos esa misma emoción en nuestro pecho. Porque la Noche de Reyes siempre será un recuerdo imborrable, el tesoro más valioso de nuestra infancia.
Muy buenos días , me impregnado de esos recuerdos que nos dejas tan latentes y que hoy siguen latentes en los más pequeños.
ResponderEliminarEs y ojalá sea por mucho tiempo la noche de la magia , la de creer sin ver, y la sentir que hay algo que nos mantiene unidos por una noche que es la ilusión.
Un fuerte abrazo, feliz semana, y que la noche del 5 sea ideal.
Gracias Campirela, sin duda una noche especial. Un abrazo
EliminarHola Nuria, muy bonito, lo importante es pasar tiempo juntos, es verdad y ese momento, efectivamente, es un tesoro de la infancia.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Totalmente Merche, es inolvidable. Un abrazo y gracias
EliminarLástima que el paso del tiempo nos lleva a la cruda realidad, Nuria, aunque más de una vez conviene sentirse como niños y soñar con ese mundo mágico que subyace en nuestro inconsciente. Un abrazo y Feliz Año
ResponderEliminarEs la idea José, no dejar de perder la esencia que teníamos siendo niños, me alegra leerte. Un abrazo
EliminarQue bonito recuerdo nos compartes. Se siente esa emoción al leerte.
ResponderEliminarFelices Reyes :)
Un abrazo,
Si Cecy, recuerdos que no se pueden olvidar. Un abrazo
EliminarMuy hermoso y dulce, lleno de magia, de amor, un bellísimo recuerdo de esos que cuando se evocan hacen florecer al alma. Abrazo grande
ResponderEliminarGracias, son recuerdos que se incrustan en el corazón, un abrazo
EliminarComo tu bien dices Nuria, la noche de Reyes es un tesoro, tanto si la vivimos de pequeños y la recordamos años después con nostalgia, como cuando la revivimos a través de los ojos de nuestros niños! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí es Marifelita, gracias y un abrazo
Eliminarhas descrito muy bien esa ilusión que teníamos de pequeños el día de reyes. de hecho estoy visualizando el rincón donde teníamos el árbol de navidad y donde nos encontrábamos los regalos... prefiero no ponerme melancólico. :)
ResponderEliminarabrazos!
Si Chema, la verdad es que despierta la melancolía al recordar esos días y los que nos han dejado. Un abrazo
EliminarAquella ilusión nos alimentó y enriqueció por dentro, afortunadamente. Intentemos conservarla. Un abrazo Nuria y mis mejores deseos para esta noche especial
ResponderEliminarQué bueno Mónica, los recuerdos y la ilusión del momento no se olvidan. Un abrazo
EliminarDescribes la magia autentica, la familia, los sueños compartidos, la que nos deja recuerdos maravillosos, estos días revivo muchos momentos y en todos está mi hermana. Feliz noche de Reyes!!
ResponderEliminarMe alegro mucho Esther, nosotras somos seis niñas y los recuerdos de aquellas noches son un tesoro para mí. Un abrazo
EliminarRecuerdo aquella mañana de Reyes. Mis hermanas y mis primos me llamaban haciendo soñar en el salón de mi casa el timbre de mi primera bicicleta; era una mañana fría como la de hoy y es curioso pero el timbre de mi bici aún suena cada mañana de Reyes en mi cabeza.
ResponderEliminarTodos los años escribo mi carta como si fuera un niño que cierra los ojos bajo su manta y espera el amanecer...
Un saludo de Buscador
Ay, que bonito, seguir escribiendo la carta de los Reyes. Confieso que alguna vez lo he hecho y es como renovarse por dentro. Gracias por tu visita y comentario. Un fuerte abrazo Buscador.
EliminarMe has hecho recordar mi niñez
ResponderEliminarNo puedo dejar de alegrarme por ello, abrazos
EliminarPrecioso, Nuria. Los Reyes nos traen magia cuando somos niños, pero también nos la traen cuando ya adultos nos convertimos en sus pajes. No sé qué guardo con más cariño, si cuando despertaba y veía los regalos o cuando los preparaba para mis hijos. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David, para mí ambos recuerdos son maravillosos, cuando envolvía los regalos de mis hijos y sus caras al abrirlos, es algo que no tiene precio. Desde luego es una noche llena de magia. Un abrazo
EliminarMágia pura y belleza es lo que me sugiere tú relato que trasmite el auténtico espíritu de la navidad. Besos.
ResponderEliminarGracias Moli, un abrazo
EliminarPrecioso relato que me recuerda mucho mis noches de Reyes, el nerviosismo y la ilusión. Verdaderamente es una noche mágica y los niños, con su inocencia, son los protagonistas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Desde luego Lady, gracias y un abrazo
ResponderEliminarEn casa tenemos la costumbre de intercambiar regalos después de la Cabalgata de Reyes por nuestra ciudad la noche del día 5 de Enero.
ResponderEliminarMis hijos ya son adultos y viven independientes de nosotros. Sin embargo, el ritual de la Noche de Reyes se mantiene inalterable y nos sigue haciendo ilusión la sorpresa del intercambio de regalos. Mi nietecilla espera ilusionada, ella sí, la llegada de SS,MM. Muy buenos recuerdos los que nos describes en tu relato.
Lo mismo me pasa con mis nietos, ver su cara al despertar y ver lo que los Reyes les dejan no tiene precio. Es una tradición familiar que me llena de dicha y me hace rememorar los recuerdos de mis noches de reyes durante mi infancia. ¡Qué tiempos! Un abrazo Pepe
EliminarCuando crecemos nos damos cuenta de que el mejor regalo de la vida es la familia, ese tiempo compartido y por sobre todo ser agradecidos a haberlo vivido, por otro lado mantener vivas las ilusiones es fundamental en la vida, sin importar la edad, bello relato, feliz día de reyes.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Estoy de acuerdo Patricia, no importa la edad para tener ilusión. Gracias por tus palabras. Un abrazo
ResponderEliminarme encanta como has transmitido la emoción además de la ilusión. y sobre todo la comparación que has hecho con unos exploradores, siguiendo una ruta, y buscando un tesoro.
ResponderEliminarAbrazo fuerte , Nuria
Gracias Gabilante, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
Eliminar¡Con cuánta dulzura y ternura lo narras, Nuria. Que esta magia no termine nunca nunca nunca...
ResponderEliminarGracias de corazón Maty por tus bellas palabras, y es que es como si viviera aquellos momentos tan emocionantes. Un fuerte abrazo
EliminarTodos recordamos con añoranza nuestras primeras noches de Reyes. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Federico, un abrazo
Eliminar"El tesoro más valioso de nuestra infancia", sin duda alguna, Nuria. Ilusión, la imaginación desbordada, el nerviosismo y sobre todo poder compartir esas emociones con tus hermanos y padres. Imborrable espíritu el de la Navidad.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu aportación al reto.
Gracias Marcos, eran días de ilusión y emociones. Un abrazo
EliminarHola Nuria, que recuerdo tan hermoso y que manera tan emocionante de contarlo; mágico ese momento de abrir los regalos y las risas y las miradas agradecidas y chispeantes de los padres. Precioso. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Esther, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarMuy bien descritos esos recuerdos tan inolvidables, Nuria. Momentos que debemos tener atesorados en nuestra memoria y transmitir a los que nos siguen.
ResponderEliminarDesde luego Miguel, hay que transmitir la esencia de los Reyes magos, la alegría y la ilusión porque en estos tiempos la gente cae en el consumismo y sin darse cuenta dejan de lado nuestras costumbres como los Reyes, y lo sustituyen por papá Noel sin darse cuenta de lo que hacen. Los reyes siempre será la ilusión de esa noche en la que todos los niños ponen un vaso de leche y galletas para que se las coman. Y ya sabemos quién se las come. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
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