Lidia Castro desde su blog Escribir jugando nos propone crear un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándonos en la carta.
En tu creación debe aparecer la runa: Mannaz.
Astrid, después de tanta paciencia y desesperación por la espera, anhelaba el descanso del Valhalla; el palacio de los muertos, un paraíso donde su espíritu vivirá en libertad. Miró la orquídea de cristal que colgaba de su cuello y suspiró con tristeza. El día de su despedida fue el regalo de Erik. «Cada vez que la mires, me recordarás si no regreso», le dijo: ¡Hace tanto tiempo! Pensó. Extendió el Futhark. Las runas no mentían. Se tumbó sobre la sábana blanca y colocó la runa Mannaz sobre su pecho. Pronto nos encontraremos de nuevo Erik, murmuró.
100 palabras
Parece tan sencillo. Estar en el lado de quien se queda o de quien se va encoge el alma.
ResponderEliminarGracias Pascual, un abrazo
EliminarHola Nuria, te ha quedado muy bien, a pesar de las cien palabras.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Corto pero dice todo, abrazo grande
ResponderEliminarHola Nuria, muy buena participación para el reto de Lidia. Cuando un amor se va solo queda la esperanza de alcanzarlo algún día. Abrazos.
ResponderEliminarComenté ya pero me entró la duda pues no lo veo publicado. En fin, repito: me gustó mucho tu aporte Nuria, hay amores que cuando se van solo queda desear alcanzarlos. Te dejo abrazos.
ResponderEliminarUna historia muy potente, Nuria. Triste y trágica, pero muy buen trabajo. Muchas gracias por tu aportación al desafío de este mes. Un abrazo
ResponderEliminarMe maravilla esa capacidad de transmitir tanto en un texto tan breve. Enhorabuena Nuria, felicidades y un gran abrazo 🌹
ResponderEliminarEspero que Erik vuelva sano y salvo. Un abrazo.
ResponderEliminarEl amor y la tragedia de la ausencia. Una vida inmersa en el recuerdo y un final lleno de esperanza en que haya un paraíso al final. Esto es mucho más que un breve relato Nuria. Un abrazo.
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