CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL 11 DE ENERO: Rastros de una existencia
Mónica desde su blog Neogeminis
«Nos propone evocar a una persona en relación a un elemento determinado, narrando una historia que nos ubique en esa oportunidad, frente a ese sentimiento que aflora al contemplar la imagen elegida».
Últimamente, siempre estaba ocupada. La casa, los hijos, el trabajo, apenas me quedaba tiempo para pensar en ese pasado que en ocasiones emergía y me perturbaba.
Hasta que un día, recibí la llamada de Laura que me avisaba del fallecimiento de su hermano Anselmo, mi primer y único amor. Llena de tristeza, regresé al pueblo para asistir al funeral. Una ola de nostalgia invadió mi corazón. En cada rincón parecía mostrarme su presencia. Caminar por las calles empedradas y llegar a la vieja casa donde crecí fue un mazazo. Cuándo crucé el umbral de la puerta y salí al patio, mi entereza se desplomó como un dominó al mirar la escalera que subía hacia el desván: allí fue donde Anselmo me besó por primera vez, donde sus labios me dijeron: "Te quiero". La escalera que fue testigo de nuestros innumerables encuentros al atardecer. Me quedé parada unos instantes, allí, sin poder evitar la avalancha de sentimientos que me invadía. La tristeza inundó mi corazón.
Con lágrimas en los ojos, murmuré su nombre sin poder evitar evocar el momento frente a la escalera en el que rompí con Anselmo al enterarme de que me había sido infiel con Luisa, mi mejor amiga. Él me juró que solo había sido un beso, pero nunca le creí. Le amaba tanto que era incapaz de perdonarle. Después de aquella noche marché a la ciudad a casa de mis abuelos. En el trabajo conocí a Bernard, con el que me casé, y tuve dos hijos; un hombre bueno y cariñoso que la vida me arrancó demasiado pronto. Desde que lo conocí, fui sincera con él, le conté lo de Anselmo, lo entiendo y jamás me preguntó sobre el tema. Y ahora vuelvo al pueblo, a mi casa, y a estar frente a la escalera, en cuyos escalones viví tantas alegrías y tristezas completamente sola.
Es curioso como un mismo lugar, en función del momento en el que nos encontramos en la vida, puede pasar de ser un rincón que nos evoque buenos recuerdos y enamoramiento, a ser un lugar triste que nos recuerde una pérdida. Y es que los lugares quedan marcados también por las personas con las que los compartimos! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí es Marifelita, los recuerdos a veces son puñeteros y otras placenteros, un abrazo
Eliminaruyy no sé si quedó mi comentario! por las dudas, lo repito: Cuando los rastros reencontrados son de un antiguo y verdadero amor, seguro duele más la ausencia. Muchas gracias por participar, Nuria. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mónica, siempre duele más la ausencia. Un abrazo
EliminarHola Nuria, la escalera de los recuerdos podría llamarse el micro, además recuerdos buenos y malos, como se suele decir, si la escalera hablara. Una bonita historia de amor truncada. Bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarEs curioso como el simple hecho de observar una imagen, hace que se
ResponderEliminarRevuelvan los recuerdos de antaño y se coloquen en primer plano, haciendo revivir momentos que habían estado escondidos entre los quehaceres diarios.
Un abrazo
Gracias Tracy, un abrazo
EliminarQue relato muy real, a veces un amor se queda impregnado en nosotros, aunque nuestra vida vaya por otros retroteros.
ResponderEliminarY una escalera es la prueba de que ellas fueron testigo de esos encuentros, subidas tantas veces , con risas y llantos.
Un besote, de momento me ha dejado subir algún comentario , espero que este tan bien.
Gracias Campirela, últimamente fallan mucho los servidores, un fuerte abrazo
EliminarEl primer amor casi siempre deja una huella imborrable. Buena aportación! Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Eso dicen Lady, gracias y un abrazo
Eliminar¡Hola, Nuria! Somos así, nos embrollamos en mil cosas, hasta que la muerte llega y nos hace ver lo que de verdad es importante. Y es que todo es relativo, solo precisamos que transcurra el tiempo necesario para darnos cuenta. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David, supongo que por eso dicen que el ser humano es irracional e incomprensible. Gracias por tu visita y un abrazo
EliminarNo sabemos que hubiera pasado si su respuesta ante la supuesta infidelidad hubiera sido distinta. A veces,un instante, es el responsable de un giro radical en nuestras vidas. Los primeros amores siempre son recordados.
ResponderEliminarAsí es Pepe, un segundo y todo se va al carajo. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarCuando el dolor invade, los recuerdos se vuelven agridulces. Un beso que no debió suceder, o quizás si, así pudiste iniciar un nuevo camino. Quedarse solo sería una interrogante constante.
ResponderEliminarUn abrazo
También es verdad Camila, a veces es mejor no darle vueltas y pasar página. Gracias por tu visita, un abrazo
EliminarEs increíble la mezcla de sentimientos que puede evocar una imagen. Hay amores, que de intensos, no se olvidan.
ResponderEliminarExcelente relato, Nuria.
Un beso.
Gracias Carmen, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarEsos rincones que nos evocan recuerdos y ese primer amor que queda grabado en fuego en la mayoría de nosotros. Buen relato, besos.
ResponderEliminarGracias Moli, un fuerte abrazo
EliminarHola Nuria, muy buen relato, escogí la misma imagen para mi relato. Me ha gustado mucho, el momento en el que al pie de esa escalera la protagonista se transporta al momento en el que rompió con Anselmo, muy emotivo. Luego, a la retrospectiva, ese "mi primer y único amor" resulta demoledor. Besos.
ResponderEliminarGracias Esther, ese instante de la protagonista al pie de la escalera puede ser un inicio y final de miles de historias. Me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarMe sentí que acompañaba a tu protagonista por esos lugares mientras te leia atentamente, cada rinconcito de tristeza que ella padeció. Lo que simplemente una escalera puede despertar, en este determinado momento cuando la volvió a ver.
ResponderEliminarUn abrazo Nuria,
Gracias Cecy, por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarEl pasado se resiste a irse, en algunas ocasiones. Logra volver, impactándo con las emociones que parecían haber quedado atrás.
ResponderEliminarLa protagonista tomó una decisión que le provocó algunas pérdidas como también algunas ganancias
Un abrazo.
Gracias Demiurgo, si en ocasiones se toman decisiones que sorprenden. Un abrazo
EliminarEso sí que fue una escalera demoledora. se trasluce la tristeza ( aunque no la exprese la protagonista) de que quizás se equivocó. Y quizás mejor sin el quizás.
ResponderEliminarAbrazooo
Cierto Gabilante, quizás, quizás, quizás, quién sabe que es mejor o peor. Un abrazo
EliminarMagnífico relato con (siempre lo digo) la excelencia de tu escritura, Nuria. Hay un amor que se clava de una manera única, en este caso fue el de Anselmo. Repetiría lo que me dijo una desconocida con la que entablé una plática previo a un concierto: "conoció el amor, lo conoció". Muy bello, un abrazo grande.
ResponderEliminarGracias Maty por tus palabras, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarMuerto Anselmo e ido Bernard
ResponderEliminarsolo le quedó llorar en soledad
Cierto Julio, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
Eliminaramore4s perdidos, cicatrice4s en el alma, sólo necesitan una referencia para traerlos de nuevo a la memoria Un abrazo
ResponderEliminarCierto,el más mínimo detalle despierta nuestros recuerdos. Gracias Rodolfo. Un abrazo
EliminarHay puntos que quedan grabados en el interior, con diferentes connotaciones, que nos rememoran emociones muchas veces contradictorias y que con el tiempo nos llevan a esos instantes vividos y todas ellas nacen y se confunden. Muy triste relato, aunque en apariencia deja un sentir neutralizado. Abrazo grande
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarCuántos recuerdos puede guardar una escalera *.* Por un momento pensé, que esta también había sido la causa de su muerte...
ResponderEliminarUn besazo, Nuria
Gracias Dafne, un abrazo
EliminarSiempre se recordará el primer amor. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Federico, un abrazo
EliminarUna historia que muestras en muy poco espacio en toda su dimensión, Nuria.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Gracias Miguel, un abrazo
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