Desde el blog Viernes creativos Ele nos hace cada viernes una propuesta para abrir nuestra creatividad.
Esta semana es la imagen del encabezado.
Y esta mi primera participación👇👇
Génesis en su conversación con Sara le advertía del peligro de perder el anillo durante el viaje. Pero Sara se regocijó en su artimaña para ocultarlo:
—Mi plan, quedará oculto en las tierras áridas. En cuánto crucemos el desierto, dejará de ser visible a todo ojo indiscreto.
Acompañados de su hermana, se dirigieron a los límites áridos del Sáhara. Los Bereberes se acercaron y les advirtieron del peligro que corrían. Las enormes dunas parecían auténticas playas de arena. A penas llevaban poco más de media hora de incursión cuando un grupo nómada les acortó el paso. Génesis tuvo el reflejo de mirar las manos de Sara; esta había olvidado ocultar el anillo en cuyo centro brillaba un precioso diamante color violeta que heredó de su abuela. Sintió que un escalofrío recorría su cuerpo.
El crepúsculo comenzaba a despertar en el horizonte. Sara, por el rostro de Génesis, se dio cuenta de su error y ocultó su mano dentro del bolsillo de su pantalón, (unos vaqueros color verde oscuro llenos del polvo seco del desierto).
Al contrario de lo que creyeron en un principio, los nómadas únicamente querían advertirles de que una gran tormenta de arena estaba próxima y debían refugiarse rápidamente. Hicieron un círculo con los camellos y cubriéndose con lonas esperaron al cobijo de sus cuerpos a que pasara la tormenta. Tuvieron la sensación de haberse pasado la noche nadando entre la arena.
El resto del viaje no tuvo más ritmo que el orden acompasado en la sucesión y acaecimiento de las cosas que marcó sus pensamientos. Sara descubrió que a pesar de ser una tierra seca y de un agobiante calor durante el día, y frío intenso en las noches, la paz y quietud que transmitía el lugar llegaba a ser consoladora. Era como la sensación de hallarse sola en el mundo, como si nadie más que ellas ulularan entre el viento y la arena. Comprendió las murmuraciones sobre los espejismos y entendió que volvería a visitar otras zonas del lugar, también con bellos parajes inhóspitos.
Yo de niño cuando iba a la playa, a veces me enterraba en ella e imaginaba que nadaba, veía en documentales de animales de unos insectos que cavaban tan rápido en la arena que parecía que nadaban en ella.
ResponderEliminarQue curioso Abraján, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarMuy buen relato, estupendo diario de viaje, un viaje lleno de aventura. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Mayte, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola Nuria, ¡otro reto! Echaré un vistazo, los retos son muy buenos para motivarte a escribir y también para que te lean, obviamente, miraré a ver en qué consiste. Todos hacemos como el juego de la oca, de reto en reto y tiro porque me toca, jeje.
ResponderEliminarMuy buen relato, parece el inicio de una novela de ficción.
Un abrazo. :)
Gracias Merche. Así es los retos nos ayudan a motivarnos y mantenemos los Blogs activos interactuando entre todos. Un abrazo
EliminarHola, Nuria, un relato precioso, con su misterio a lo desconocido e intriga. Me encanta esa lección que les dan al protegerlos y no robarles como ellos esperaban. El viajar y conocer otras culturas nos aporta conocimientos y nos quita prejuicios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Maria Pilar, viajar es enriquecedor. Un abrazo
EliminarUn viaje donde perderá en ignorancia y ganará en sabiduría.
ResponderEliminarAsí es Cabrónidas, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarQué bonito!
ResponderEliminarGracias Verónica, un abrazo
EliminarHola Nuria, me ha encantado tu relato, muy lleno de imágenes y fluido en la lectura.
ResponderEliminarSi tengo que sugerirte una corrección en lo gramatical "haverse" por venir del verbo "haber" se escribe con "b"
Saludos!
Muy interesante relato, Nuria. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ele
Gracias Elena, me alegro que te guste. Un abrazo
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