Este mes se unen el VadeReto En Acervo de Letras y el Tintero de Oro para hacer la siguiente propuesta:
Escribe un micro de hasta 250 palabras. El reto consistirá en escribir un microrrelato protagonizado por un escritor/a desesperado/a por su falta de inspiración que se encuentra un Tintero De Oro con un mensaje grabado: «pídeme un deseo y lo verás por escrito», aunque este contrato tiene una letra pequeña: «pero todo tiene un precio», por lo que quien pida el deseo deberá atenerse a las consecuencias…
Aquí mi participación 👇👇👇
Llevaba varias noches sin dormir completamente en blanco, sentado ante la máquina de escribir. El tiempo apremiaba. En poco más de un mes debía entregar el boceto de mi nueva novela y mi inspiración parecía estar de viaje. Desesperado golpeé la taza derramando el café. Harto de no encontrar mi musa, cogí la mochila y salí a caminar por el bosque. Mi mente era un caos. Vi un cervatillo y lo seguí con la mirada. Lo perdí a los pies de la montaña, donde pude ver la entrada de una cueva. No sabría decir que fue lo qué me impulsó a aventurarme en su interior, pero allí estaba. El olor a tierra enmohecida y humedad se paseaba por mis fosas nasales. Caminé despacio. La linterna no alumbraba más allá de mis pasos. Creí ver algo que brillaba. Con cautela me acerqué. Estaba medio enterrado: ¡era un tintero de oro! Con una inscripción que decía:
«Pídeme un deseo y lo verás por escrito».
Sin dudarlo corrí a casa, limpié el polvo del objeto y pedí mi deseo porque no tenía nada que perder:
"Por favor, tintero de oro, si eres mágico, concédeme el don para que mi inspiración nunca se termine".
Un haz de luz azul iluminó el tintero, las letras fluían solas en mi mente. Estaba alucinando, pletórico de alegría, empecé a escribir y escribir sin parar. Sin embargo, no había leído la letra pequeña:
«Pero todo tiene un precio».
Y la muerte fue mi salvación.
249 palabras
Hola, Nuria.
ResponderEliminarComo dijo alguien: «Ten cuidado con los deseos, que se pueden cumplir».
¡Qué peshá de escribí se pegó tu protagonista!
Eso sí, peor lo pasaron los lectores betas. 😅😂
Original y buena advertencia para escritores ansiosos.
Muchas gracias, Abrazo sin letra pequeña.
Muchas gracias José Antonio, me alegro que te guste porque en verdad que voy a tope este mes, para colmo se acaban las vacaciones en familia y de golpe se me presentan unos familiares de Galicia que no esperaba 🤦♀️🤦♀️no he tenido tiempo no de disfrutar del silencio 🥴🥴🥴 un abrazo
EliminarUff, mucho ánimo.
EliminarEnciérrate de vez en cuando, aunque sea en el cuarto de baño. 😅😂
Que te sea leve y recuperes la tranquilidad prontito. 🤗😊👍🏻
Gracias José Antonio, como ves otra vez escribiendo cuando todos duermen, el problema es que hoy la luna está demasiado silenciosa. 😜 Un abrazo 🤣
EliminarEstá muy bien tu relato.
ResponderEliminarMuchas gracias Ánxela, me alegro que te guste, siempre es grato leerlo y anima mucho. Un abrazo
EliminarHola Nuria, muy buen relato, te iba a decir lo que ya te ha dicho José Antonio, que este relato hacer honor a esa frase: ten cuidado con lo que deseas que se puede cumplir. Pues eso le pasó a este escritor...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, la verdad es que si, hay que tener cuidado con lo que deseamos. Gracias por tu visita. Un abrazo
Eliminar
ResponderEliminarHola, Nuria. Se lo comentaba al compañero Arturo. ¡Sois la lexe de rápidos! Caro tributo ha pagado el escritor. Al parecer, escribir, escribir bien, tiene un precio.
Un abrazo.
Gracias Tara, sinceramente fui rápido porque tengo un lío en casa del carajo. Gracias por tu visita. Un abrazo
EliminarDesde luego, se puede extraer toda una moraleja de este buen micro. Sobre todo para las personas que se automedican sin leerse nunca el prospecto.
ResponderEliminarCierto Cabronidas. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos
EliminarHola Nuria.
ResponderEliminarCreo que somos varios los que coincidimos con el famoso dicho que ya te ha comentado José Antonio, y al que este relato hace honor: "Ten cuidado con lo que deseas, que se puede cumplir." Y después pasa lo que pasa, claro. ¡Buen relato!
Un abrazo.
Muchas gracias Marlem, así es, ojito con lo que se desea, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarClaro, puede uno morir de agotamiento detras de un teclado, como un midas de las letras.
ResponderEliminarJajajaja, vaya que si José, solo de pensarlo asusta. Gracias por tu visita. Abrazos
EliminarMagnifico micro, Núria.
ResponderEliminarLo que pueden llegar a dar de si unas pocas palabras cuando se enredan con la inspiración. Aunque, en este caso, la letra ñequeña se traduzca en una trampa mortal para el escritor.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Estrella, me alegro que te guste. Siempre hay que leer la letra pequeña. Un abrazo
EliminarMuy buena, pidió escribir hasta la extenuación.
ResponderEliminarSe excedió en su deseo Arturo. Gracias por tu visita y comentario, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola Nuria, sin dudas hay que tener cuidado con los deseos y ciertas ambiciones que nos pueden llevar a un no buen puerto, muy buena historia, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Gracias Patricia, ciertamente hay que tener mucho cuidado con lo que deseamos, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarEn otro relato, comenté que a cuanto podía llegar un escritor en busca de inspiración.
ResponderEliminarEn este relato, a una muerte (había escrito mujer en lugar de muerte) no deseada. Recibió inspiración para escribir algo, Pero será una obra póstuma.
Bien contado. Un abrazo.
Habrá que esperar para saberlo, quién sabe. Gracias Demiurgo por tu visita y comentario. Un abrazo
Eliminar¡Hola, Nuria! Qué curioso mensaje tiene el relato. Esa frase final "Y la muerte fue mi salvación" es impactante, porque que un escritor o artista desee salvarse de una inspiración infinita, que al fin y al cabo sería como un sueño hecho realidad, parece increíble. Sin embargo, cuando las cosas se salen de su justa medida ya traen consecuencias inesperadas. ¡Muy buen relato!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que te guste Marta, la verdad es que tienes razón nadie quisiera dejar de tener la inspiración continua. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
Eliminar¡Oh! ¡Menudo final! Muy buen micro, Nuria, impactante y perturbador.
ResponderEliminarGracias por tu visita Marta, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola Nuria, muy buen micro, si algo nos enseña este reto en particular es que lo fácil no siempre es bueno, en este caso llevas a tu protagonista hasta el extremo de la muerte. Ese tintero hizo de las suyas. Saludos.
ResponderEliminarGracias Ana, así es, al final como bien dice todos los extremos son malos. Me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarFantástico relato, Nuria. Entre que no leemos la letra pequeña y no pensamos las consecuencias de nuestros deseos...Escribir hasta desfallecer, pero seguro que sus herederos cobrarán las regalías de tanta obra escrita. Saludos.
ResponderEliminarJe, que bueno Mayte, pues no había pensado en ello. Gracias por tu visita y comentario. Me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarJolín, Nuria, vaya precio el que tuvo que pagar por la puñetera novela, jejej, pero la escritura es así, exigente, y los atajos no existen, jejej.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Cierto Pepe, los atajos no existen y es peligroso tomarlo como en este caso. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarHola Nuria, muy buen micro con un impactante cierre. Saludos!
ResponderEliminarHola Lulita, me alegro que te guste. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarMuy bueno, Nuria. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Pilar, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarMuy bueno,casi que sentía el caminar por el bosque 👏🙏👏👏👏
ResponderEliminarVaya por dios, Nuria. Murió el pobre que no sentiría la mano de tanto escribir. Da para mucho más ¿eh? Porque si nonouede parar de escribir, cuando se le terminara el papel, rayaría en la mesa o en las paredes...
EliminarGracias Mis letras, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarJajajaja, así es DelaFlor, acaba pintada hasta el techo. Gracias y un abrazo
EliminarMadre mía, para que le salvara la muerte tuvo que ser terrible el precio a pagar por la inspiración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Rosa, a veces se paga un precio demasiado caro. Gracias y un abrazo
Eliminar¡Vaya un relato! Sí que me impactaste, no me esperé ese final. Y yo que ya quería irme a dar un paseo para encontrarme un tintero igualito y pedirle deseos, creo que lo dejo para otra ocasión.
ResponderEliminarUn abrazo grande Nuria!
Jajajaja, mejor no tentar la suerte Maty. Gracias y un abrazo
EliminarEmpieza casi como La Lámpara de Aladino y termina como un relato de Edgar Alain Poe. Me gusta ese final. Muy buen relato que cumple con un reto doble, Nuria. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Myriam, me alegro que te guste y de haber cumplido las expectativas del reto. Un abrazo
Eliminar¡Hola Nuria! Un precio demasiado grande el que ha tenido que pagar tu protagonista. La muerte a cambio de una inspiración que no cesa y, entiendo, que acaba por hacerla colapsar.
ResponderEliminarUna muy buena idea para este fantástico reto.
Un saludo.
Así es Rocío, morir estenuado de tanta inspiración. Gracias y un abrazo
EliminarEl ansia por escribir se convirtio en peligro mortal! Je je! Un abrazo Nuria!
ResponderEliminarGracias Marifelita, otro para ti.
EliminarHola, Nuria. La desesperación nos hace imprudentes y no valoramos las posibles consecuencia de nuestras decisiones.
ResponderEliminarMe ha gustado la forma de narrar este micro. El principio un toque de cuento de hadas, je, je.
Un abrazo.
Gracias Josep, te confieso que me encantan las historias de hadas. Me alegro que te guste. Gracias y un abrazo
Eliminar¡Hola, Nuria! Todo debe tomarse con mesura, incluso lo que más deseamos. El prota de tu estupendo micro pecó del entusiasmo fruto de la desesperación y no precisó su deseo, quedando esclavizado a esa maquina de escribir perpetua. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias David por tus palabras, me alegro que te guste. Si, mi protagonista quedó exclavizado hasta la muerte, a veces la inspiración puede llegar a ser mortífera. Un abrazo
EliminarEl precio por la magia, que no la venden en los centros comerciales, suele ser alto. Esto es lo que pasa cuando empiezas una obra sin pedir presupuesto previo. Aunque seguro que le saco partido hasta el extremo de que se cansó tanto de escribir, que la muerte lo salvó
ResponderEliminarabrZooo
Jajajaja, así puede ser Gabiliante, gracias por tu visita. Saludos
EliminarHola Nuria, muy bien escrito y sin duda las dos frases finales son lapidarias. Un precio muy alto y una salvación muy extrema. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarAy, la maldita letra pequeña que no se suele leer...muy bueno.
ResponderEliminarAsí es Guille, gracias. Me alegro que te guste. Saludos
EliminarSpeedy Espinosa no ha tenido que recurrir a tinteros, porque la inspiración le ha venido pronta y atinada. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja, gracias Macondo. Un abrazo
EliminarHola Nuria. Por mucho que algo nos guste, la condena de repetirlo una y otra vez sin parar es demasiado para cualquier ser humano. En ocasiones, la muerte puede ser la tabla de salvación. El malvado Tintero lo condenó a escribir sin parar y en ello tuvo su castigo. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Jorge, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarMuy buen relato Nuria, la desesperación del escritor unida a la posterior ilusión de haber encontrado un remedio a su bloqueo, no le permitió detenerse un instante a sopesar la situación. Excelente aporte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Antonio, me alegro que te guste. Gracias y un abrazo
Eliminar¡Hola, Nuria! Lo de escribir sin parar yo conozco a un vieja nariguda que le vino a pasar algo parecido. Abrazote
ResponderEliminarJajajaja, pobrecita Emerencia. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarSe va leyendo muy bien... pero al final una se queda estupefacta; porque la muerte como salvación significa una gran tortura. Y ese encontrárselo en una cueva me ha encantado; es lo último que se encontraría ahí. Totalmente original.
ResponderEliminarBuen trabajo!
Un abrazo
Gracias Volarela, me alegro que te haya gustado. Un abrazo
EliminarY la inspiración regresó y no la abandonó hasta la muerte. Muy bueno.
ResponderEliminarGracias Cristina, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarAquello que tanto deseaba lo llevo al agotamiento extremo. Un gran microrrelato. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Ester, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarUn final que no deja indiferente...Buen micro! Saludos!
ResponderEliminarGracias Lady, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. Un micro bien resuelto. No siempre lo que se desea es lo que más conviene.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Carmen, por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarSaludos Nuria.
ResponderEliminarPobre, de no poder escribir a no poder parar...
A veces somos así, todo o nada.
Me ha encantado. Abrazo.
Gracias Amaia, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola, Nuria! La inspiración hizo presa de este escritor. Muy buena historia!
ResponderEliminarGracias Mirna, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHola, Nuria. De lo malo, malo, se fue al otro barrio relajado y no con esa inquietud que le tanto le atormentaba. Seguro que, a título póstumo, el libro sería un éxito y su autor por los siglos recordado.
ResponderEliminarSaludos.
Seguramente, aunque supongo que con callos en los dedos. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarEstupendo relato, Nuria, me veía paseando por el bosque y entrando en la cueva....pero era demasiado bonito para que acabara bien. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Lola, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarYa me temía yo algo así, cuando ha pedido el deseo. Hay que poner fin en algún momento, algunos "nuncas" pueden ser demasiado largos. ¡Buen reto!
ResponderEliminarSaludos
Gracias José, saludos.
EliminarHola Nuria
ResponderEliminarNo se puede decir que la inscripción no era verídica.
Ahora, las consecuencias...
Bueno, Nuria, te he buscado y et voila te encontré, ya me comentó Jose que no podías comentar en mi blog. A veces se pone rebelde. Yo también he estado casi por dejarlo, pero me da pena todo lo que tengo en él. Ya tuve problemas en una ocasión y me ayudaron desde el equipo para restablecerlo pero todos los premios, medallas y demás no pude recuperarlos. Ahora en algunas entradas han desaparecido las fotos. ¿?
Qué lástima porque el blog está muy bien. Gracias por tu visita y comentario, volveré a intentarlo. Un abrazo
EliminarHola Nuria
ResponderEliminarNo se puede decir que la inscripción no era veraz.
Ahora las consecuencias...
Nuria te he buscado porque me dice Jose que no puedes comentar en mi blog. A veces se pone pesadito. Ya tuve problemas con él y desde el equipo técnico me ayudaron, pero perdí todas las medallas, premios y demás que tenía en el blog.
Ahora me están desapareciendo las fotos de algunas entradas y no es que sean fotos de google, son mías. ¿?