El recuerdo perdura en el tiempo
La memoria exclama trazos del pasado,
y una imprecisión florece
en pequeños retazo,
de cuyo personaje no se pierde detalle,
apreciando en silencio la estampa del rezagado.
Qué anécdota más extraña;
la lluvia humedeció mi cuerpo,
la soledad de aquella playa penetró en mi interior
y logré escuchar el llanto de aquellos niños,
que junto a un olor ocre trastornó mis emociones.
Abrazo la voluntad de aquellas mujeres,
pues la Elisabeth consiguió algo increíble de lograr,
esperanza entre los muros de la maternidad.
Aquella playa doblegó su dignidad,
pero su memoria nunca se ha de olvidar;
hoy soy su correo… mañana dios dirá.
Nuria de Espinosa
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