#TÚmipoema
Hay finales que cuentan
historias y principios
que tal y como
empiezan, se borran,
porque la soledad
es el espíritu
que hambriento
debora el tiempo.
Y siento el suplicio
del condenado
en el patíbulo.
Con qué desdeño te trata la vida,
cuando temerosa talla
las paredes de tu existencia.
Noto el parloteo jocoso, casi melancólico,
que abanica al viento.
Y más allá camino náufraga
de mi ensueño,
porque tal vez despierte
la luz que alumbre mis anhelos.
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