En el valle de las estrellas

Hilo de #MicrorrelatosTrippy🌺 entre @Jose_1Bruji y Nuria de Espinosa. 

Viajó al valle de las estrellas donde la luna se cuarteaba. Danzaba poseída por la psicodelia. Dos ratones se unieron y los árboles lloraron al ver el espectáculo. El eclipse despertó, el león gruñó y la arena se molestó, algo la paró.

Cuando llegó la lluvia ácida, lágrimas brotando, de un amor frustrado, fracasado, donde ella amaba todo lo que de él venía y él despreciaba el no tener que pedir, se lo ofrecía de corazón y él no estaba acostumbrado, solo vivía por estar solo en su bosque.

Pero el bosque se le hizo grande. La lluvia estropeó casi todas las plantas. Dolido y triste decidió marchar. La danza había terminado. El águila acechante quiso continuar, sin embargo el cóndor lo impidió. El cielo se tornó gris, opaco. La manada lloraba.

Muerta de dolor, maldicieron al amor, al hada, al mago y hasta las rosas, sangraban por sus espinas, sabían de sobra que nunca llegarían a manos de los enamorados, desde ese día, se rindieron, dejaron de ser rosas, para ser cactus, para poder vivir, sin agua.

Sin embargo, incluso siendo cactus sufrieron la gran sequía que asoló las tierras yermas. Decepcionados prefirieron ser ratones y poder sobrevivir entre vertederos. Pero el mago los encontró y en castigo los devolvió al valle donde la luna oscura gobernaba

El valle, los ratones siguieron su largo caminar, hallaron las tierras ricas en el reino del Maiz, eran campos inmensos, asolados, tenían miedo de poder establecerse allí, sin embargo, la voz del imperio habló. Si tan seguros estáis de vosotros mismos, buscad.

Y fue en aquella tierra donde hallaron junto a un pequeño lago un sapo sabio que les advirtió sobre el reino al que debían mostrar respeto procreando para evitar represalias:

— Con bayas cread vuestro hogar, pero ¡ojo!, por la noche no acercaros al agua. 

El sabio ratón, hizo caso del sapo sabio, pero como en todas las comunidades siempre hay alguien que no cumple, ni acata normas, el más joven se reveló, haciendo caso humiso, tanto al sapo sabio, como al sabio ratón, de madrugada se acercó, bebió. Un dragón.

Un dragón rojo emergió del agua. El ratón asustado intentó huir sin conseguirlo.

— No temas —dijo el dragón— soy una princesa a la que el mago hechizó. Necesito tu ayuda. Si logras que una serpiente se enamore de ti, quedaré libre.

El ratón asombrado dudó.

En su duda, consiguió encontrar la respuesta en su interior, se vistió con su esmoquin de gala y se adentró en el bosque, él llevaba una canción en su corazón para recibir a la serpiente, cuando descubrió que mejor sería recitar la a pleno pulmón. Comenzó.

La serpiente cautivada por la melodía rodeó el cuerpo del ratón con tanto amor que le hizo perder el sentido, está creyendo que lo había matado se fue a morir en la ciénaga del bosque. Cuándo el ratón abrió los ojos, regresó al valle y esperó la noche. 

Al llegar, se sentó, extasiado, con su traje destrozado, las uñas ensangrentadas, lamiéndose las heridas, esperando a su princesa amada, pero llegó el amanecer y no hubo señal de la princesa, pero tenía con él, su perfume, su anillo, su ropa, e incluso.

Era un águila real magnífico, después de 150 años esperando, si la espera la haces larga, será larga, si la espera la haces corta será corta, de esta manera la princesa y el águila se fundieron en un solo ser, llegaron juntos, para amarse en cada lugar del... 

Reino, donde la eternidad de las estrellas sucumbió a tanta belleza y deslumbró la luna que poderosa eclipsó el cielo y despertó las nubes para que cubriesen con sus caricias a la pareja que vivió feliz por siempre bajo un universo violeta.