Un giro del destino
truncó nuestro camino
perdidos en un sinsentido
de este amor que es un remolino.
¡No pienses que no te pienso!
Ausente luna que sonríe sola
y espera la réplica del amor.
No soy yo, ni tú, somos los dos
buscando
la mirada perdida de la ilusión.
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