Nuevas piezas en cada acción y gesto
Tic... Tac…
Llega el carcelero y no puedes respirar
¡Qué ignorante la espera que arrebata la libertad!
Sobre tierras y mares, tantas historias se abran de contar.
El reloj aprieta y el sol huraño se despereza
Cómo un muro de piedra sobre el tic, tac.
Se envenena la esperanza en las hojas de una flor.
Insaciable péndulo que traiciona la máscara del amor
Y es un preludio a la nostalgia del corazón.
Tic, tac, avanza el reloj.
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