—Cómo voy a improvisar, si las zapatillas me duelen tanto que el tobillo me va a explotar. Llevo 8 horas ensañando y me pide que #improvise, el director está majara.
—Señorita Lara, si no es capaz de continuar, solo tiene que decirlo.
—Váyase a la mierda vejestorio.
Me pidieron que improvisara una canción. ¡Si el trabajo era de camarera! Pero necesitaba el curro. Así que empecé a cantar... "El patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás, agachaté y..."
—Es suficiente—dijo el entrevistador,—contratada.
Al aceptar el trabajo, me dijeron que tendría que improvisar. Pero no puedes improvisar al maquillar un cadáver. Me daban escalofríos cada vez que maquillaba alguno. Me sentía como si un intruso usurpara su intimidad, como si ultrajase su espíritu. Todo era vacío.
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