#PanicoSiniestro
Vampiria, desde su castillo, se adueñó de las tierras cercanas, cuyas tinieblas tenían un aire tenebroso. Por la noche salían a cazar a los pueblos más lejanos, y conseguia mantener el equilibrio que buscaba. Vampiria, ignoraba que los Licántropos sabían su paradero.
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Los vampiros salieron nada más anochecer, las tinieblas se apoderaban de la noche; sería más fácil saciar su sed. Venkor, era uno de los más sanguinarios, no mataba para comer si no por puro placer. Llegó a una pequeña aldea, dormían. Entró, y mató primero a la niña y se sació, luego mató al padre y después a la madre por placer y se fue. Pero Vampiria estaba esperando y lo vio todo, y lo acusó ante el consejo.
—Si, mata más de lo necesario, se nos hechará encima todo el pueblo.
—Y qué—Cortó Venkor, que vengan, los mataré también.
El consejo lo miró estupefacto.
—No eres digno, de estar en esta comuna. Te marcharás al anochecer.
—No me hacéis falta—alegó—algún día os arrepentiréis—y se marchó furioso.
Vampiria se sintió culpable, no pensó que el consejo fuera tan severo con el.
Al anochecer se marchó.
El clamor de que varías familias aparecieron muertas en sus hogares llegaron semanas después.
El consejo se reunió con urgencia, nadie sabe qué se habló; pero al día siguiente, sus mejores cazadores salieron al anochecer.
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