CADA JUEVES, UN RELATO: ESCENA DE UN CRIMEN
La escena se desarrolla en un calle estrecha, bordeada por edificios que bloquean cualquier rastro de luz de la luna. Un hombre pedalea en su bicicleta que chirría sobre el asfalto. Lleva una chaqueta de mezclilla, las manos cubiertas por unos guantes de cuero, y en sus labios un cigarrillo sin encender.
Entonces, aparece el asesino; un joven común, delgado, con los brazos llenos de tatuajes. No tiene prisa, ni intención de robar. No, su propósito es otro, camuflado en la rutina de un asalto común. El hombre, levanta la cabeza a punto de encender su cigarrillo cuando el joven detiene su avance, con la frialdad de un cuchillo que porta en una de sus manos.
No hay forcejeo, ni gritos, no tiene tiempo de reacción. Solo el silencio de una muerte que se produce por un motivo cruel. Alguien debía pasar esa prueba, y la casualidad hizo que él fuera el elegido. Aquel instante extinguió su vida sin sentido, sin explicación, como una página arrancada de un libro que nunca fue escrito.
Y entonces comprende que el cadáver que observa es su cuerpo, tirado sobre la acera con un cuchillo clavado; al lado, su bufanda, su bicicleta. Está atrapado en el limbo donde todo es oscuridad, flotando entre el terror y la sorpresa.
“¿Cuál fue mi error?”, se pregunta, pero las sombras no responden en ese vacío interminable. Al fondo, la ciudad sigue su marcha frenética, ajena a la tragedia que acaba de ocurrir. Los coches pasan sin mirar, las luces de las faroles brillan con intensidad, y el asesino, ahora un miembro más del club de las ovejas muertas, desaparece en la penumbra, dejando detrás una vida rota y una pregunta sin respuesta.
Debe ser tremendo ver tu cuerpo sin vida en el suelo
ResponderEliminarComo bien dices es uno más de las almas que nos vengan sin rumbo a donde dirigirse.
Penando, sus culpas, has la eternidad.
Logrado con honores el reto de esta semana.
Un besazo, feliz semana 😄🙋
Muchas gracias Campirela, me alegra que te haya gustado y es que como bien dices debe ser algo terrible ver cómo tú cuerpo se eleva y ver tu propio cadáver. Un abrazo
EliminarTremendo, sin sentido y en cada esquina.... un muerto más en la ciudad
ResponderEliminarDesgraciadamente así es, un muerto más en una ciudad que vive ausente.
EliminarEstupendo relato, bien narrado. Y sí, de be ser impresionante observa el propio cuerpo sin vida y comenzar a vagar sin rumbo...
ResponderEliminarGracias Lady, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola Nuria. Tu escrito inicialmente centrado en el hombre de la bicicleta, pero con un cambio abrupto hacia su consciencia postmortem. Este giro permite explorar tanto la acción externa como la reacción interna de la víctima, creando un efecto inquietante.
ResponderEliminarLa transición al limbo añade una capa metafísica que distingue al relato.
El tono es oscuro y melancólico, con un toque de fatalismo. Hay una atmósfera opresiva desde el inicio que se intensifica con la muerte.
El estilo es evocador y poético en partes (“como una página arrancada de un libro que nunca fue escrito”, “flotando entre el terror y la sorpresa”), lo que contrasta con la crudeza del asesinato. Las imágenes son fuertes y visuales.
La frase “miembro más del club de las ovejas muertas” es intrigante y ambigua, sugiriendo un grupo o un ritual detrás del asesino.
La imagen del hombre viendo su propio cadáver, con la bufanda y la bicicleta al lado, es poderosa y visualmente memorable.
El paso al limbo y la pregunta “¿Cuál fue mi error?” añaden una dimensión existencial que eleva el texto más allá de un simple asesinato.
La mezcla de fatalidad y poesía me encanta; es como un pequeño cuento noir con un toque sobrenatural.
Enhorabuena.
Gracias Marcos por tu análisis del relato, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarUn relato estremecedor con ese pobre hombre que se aferra a la vida hasta en sus últimos pensamientos, pero en un cuerpo que yace más muerto que vivo. Y ese recién nacido nuevo miembro del club de las ovejas muertas que nos hace temblar pensando quién será su Lobo feroz y que directrices dará a su rebaño para mantener la membresia a del club. Te felicito porque has sido capaz de meternos el miedo en el cuerpo con tu relato.
ResponderEliminarY me llama la atención que esta foto al igual que a Ginebra también me ha llevado a escribir un relato donde el argumento gira en torno a la mala suerte. Un saludo
Es curioso que hayamos coincidido los tres en la misma imagen, sinceramente ambos habéis escrito un excelente relato, me alegra mucho que te haya gustado. Un saludo
EliminarHola Nuria:
ResponderEliminarQué mal cuerpo se me ha quedado. Pobre hombre... qué pena. Lo malo es que estas muertes sin sentido en las calles pasan en la realidad.
Un abrazo.
Así es Mercedes, cada vez más a menudo. Un abrazo
EliminarUn crimen al azar y sin sentido! Cosas que nos depara el cruel destino! La fortuna le abandonó! Un abrazote Nuria!
ResponderEliminarGracias Marifelita, un abrazo
EliminarInquietante escena has construido, tanto como esa posibilidad de contemplarnos sin vida desde otro plano.
ResponderEliminarUn beso dulce más Nuria.
Gracias Dulce, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarQué bueno, Nuria! esa mimetización entre el asesino y la victima no me la esperaba! En definitiva, el que muere en esa "iniciación" es también el propio asesino, quien deja ya de tener una vida para convertirse en uno más dentro de los parias que abundan en la noche. Me gustó leerte. Un abrazo y muchas gracias por participar con tan buen texto
ResponderEliminar=)
Me alegro que te haya gustado Mónica, un abrazo y feliz domingo
EliminarTremendo y buenísimo.
ResponderEliminarTan inesperada la muerte, que uno queda atrapado ene se limbo donde no hay respuesta a lo que se contempla, temeroso y anonadado.
Has creado una muy buena y descriptiva atmosfera.
Y reflejas perfectamente la frialdad inocente del mundo que sigue girando.
Me ha encantado, Nuria.
Un placer leerte.
Abrazo grande 💙
Gracias Ginebra, me alegra que te haya gustado. El mundo sigue su curso pasé lo que pasé. Un abrazo y feliz domingo
EliminarMe gusta como jugaste con la perspectiva del protagonista, experimenta su muerte y queda atrapado en una especie de limbo, observando su propio final sin poder hacer nada. Tremenda la sensacion de ahogo, fatalidad y desamparo q me provoca.
ResponderEliminarEl asesino convirtio la muerte del ciclista en un simple tramite, un ritual sin sentido. Sabes, me resuena mucho esa sensacion de vacio inquietante; muy bueno Nuria, te quedo un fuego el desafio, es filosofico.
Un beso.
Gracias Hada, un suceso que bien pudiera pasar en la realidad de este mundo tan convulso. Un abrazo y feliz domingo
EliminarSi, puede ser que uno muere y ve cosas, como un viaje astral, no lo se, es sobrecogedor ver el cuerpo que uno ha tenido, mas aun , un cuerpo lesionado. Y podemos decir que efectivamente, esto puede estar pasando ahora mismo en algun lugar oscuro de este mundo.
ResponderEliminarDesgraciadamente así es José, demasiado habitual en algunos lugares. Saludos
Eliminarme has recordado una practica de meditación, cuando yo empecé con el yoga y todo esto, que nos hicieron imaginar, ver nuestro cuerpo inerte, claro que sin asesinato, y nosotros los veíamos desde arriba y fue realmente impresionante, con decirte que no se me ha olvidado y hace un montón de años.
ResponderEliminarMuy interesante tu relato.
Un besazo
Gracias Tracy, espero que fuera una buena experiencia. Un abrazo y feliz domingo
Eliminarmmmm....curioso, cual fue mi error.....
ResponderEliminarHola Rodrigo, supongo que su error fue circular por el lugar y el momento menos adecuado, el destino es caprichoso.
EliminarBuen relato, en consonancia con la imagen que lo acompaña. Cabe reflexionar sobre cómo muchas personas llevan vidas en las que los acontecimientos adversos carecen de explicación alguna, como si fueran automóviles que solo avanzan hacia adelante, sin posibilidad de retroceso o desvío. En este caso, tal deriva existencial condujo al protagonista hacia una muerte absurda, al menos desde su propio punto de vista.
ResponderEliminarGracias Lucy, besitos
EliminarTodos los asesinados deberian quedar en el limbo aunque fuera un tiempo. Así puede tomar venganza de su asesino y atormentarlo para pagar su crimen. Habría menos asesinatos.
ResponderEliminarYa sé de que me suena esta imagen. Es calcada de la caratula de "pero quien mató a harry?"
Abrazooo
Pues estoy de acuerdo, sii los asesinatos quedarán en ese limbo no les resultaría tan agradable. Un abrazo
EliminarMerecida sorpresa del asesino al descubrir que el cuerpo es de él mismo. Y que está en un sombrío limbo entre la vida y la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Demiurgo, un abrazo
EliminarTerrible experiencia debe ser esa, ver tu cuerpo tirado inerte y el alma elevarse hacia las sombras, un sinsentido absoluto esa muerte.
ResponderEliminarMuy buena historia Nuria, me gusto mucho.
Un abrazo
PATRICIA F.
Gracias Patricia, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
Eliminar¿Cuántas veces habrá repetido ese crimen sin saber que era él? hasta que no sepa de su error, seguirá repitiéndolo ...
ResponderEliminarUn besazo Nuria!
Gracias Morella, un abrazo
EliminarHola Nuria, que un relato has creado, tiene que impresionar ver tu cuerpo sin vida, y no poder hacer nada, una resolución magistral.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Dakota, un abrazo grande
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