"Solo se necesita un mal día para convertir al hombre más cuerdo, en un lunático".
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En la megaciudad de Nueva Neo, la convivencia entre humanos y metahumanos era tensa, pero necesaria; existía una agencia de citas única en su clase. "Cuerpos Celestes", especializada en conectar a aquellos seres que buscaban algo más humano: el amor.
Lucas era un programador que en su última relación lo había dejado marcado, y poco esperaba ya del amor. Por eso, cuando su nombre apareció en los registros de "Cuerpos Celestes", y recibió la invitación para su primera cita, lo tomó como una burla de algún gracioso, pero... ¿Qué tenía que perder?
Lía, era su cita. Una metahumana cuyo poder era tan increíble como peligroso: podía manipular el tiempo. Nadie la veía como una persona; solo como una puerta a lo imposible.
Pero Lucas fue distinto, o eso pensó al principio, ya que Lucas, en un acto de honestidad, confesó, su inseguridad. «Es que... al final del día, yo solo soy un hombre. Y tú... eres como una diosa. ¿Cómo podría no sentirme pequeño?».
Lía, sintió la presión de años de frustración acumulada, y antes de darse cuenta, su poder reaccionó a esa rabia y el tiempo se quebró.
De pronto, Lucas quedó atrapado en un bucle en el tiempo. Ese mismo comentario, esa misma confesión. Lo veía todo en detalle: la decepción en el rostro de Lía, su propia inseguridad revelada de la peor manera posible. Era como si su mente estuviera siendo desgarrada por dentro, y con cada repetición, perdía un poco más de sí mismo.
Cuando Lia, lo liberó, algo en su interior se había roto. Ya no era el hombre que había entrado en esa cita. Su mente vagaba en un limbo entre lo real y lo imposible. Ella lo miró, con tristeza. No era la primera vez que su poder dañaba a alguien, pero esta vez, era diferente. Había querido que las cosas fueran normales, solo por una vez, pero el peso de ser una metahumana siempre terminaba superándolo todo.
Lucas se alejó, tambaleándose como si acabara de despertar de un sueño.
Y mientras caminaba, solo una frase retumbaba en su cabeza: "Solo se necesita un mal día para convertir al hombre más cuerdo, en un lunático."
Magnífica forma de plantearlo, como un frustrado romance.
ResponderEliminarMe parece que Lía no entendió a Lucas, quien estaba intimidado, como se podía esperar. No la despreciaba sino que incluso la idealizaba.
Pero lo tomó mal y descargó con él, su frustración. Y a pesar de su poder no pudo deshacer el daño.
Te felicito. Un abrazo.
Yo también pienso lo mismo Demiurgo, Lucas en realidad la estaba idolatrando, pero ella no lo entendió. Un abrazo
EliminarEs que he escuchado la teoria de que estos metahumanos o en general personas con superpoderes tienen que aprender a "dosificar" sus dones, como una especie de esfinter.
ResponderEliminarY ese adiestramiento es mejor que ocurra en la infancia del superdotado.
Sino, este tipo de situaciones en donde alguien queda permanentemente lisiado seguiran ocurriendo.
Seguramente estos metahumanos no logran integrarse con sus poderes y quizás mucho menos parecer humanos. Un abrazo
EliminarMuy buena historia Nuria, lástima que Lía malinterpretó a Lucas y eso desencadenó el desastre, realmente son romances complicados entre un humano común y un meta humano.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Muy buena frase y tiene toda la razón. Me gusto tu relato. Te mando un beso.
ResponderEliminarYa está difícil lo de encontrar pareja humana, solo falta meter variantes metahumanas. La premisa básica en una pareja es que los dos miembros estén al mismo nivel, en tu relato a la primera de cambio el tipo entra en un bucle temporal. Cómo para decirle que no le gusta su forma de vestir u otra cosa, lo convierte en fosfatina. Buenas historia
ResponderEliminarTu historia me ha dejado pensando, está muy bien enfocada ese romance que uno de los dos se siente como que no es merecedor de ese amor . Aunque se dan cuenta de que ambos tiene sus propios miserias y no son tan ideales , ese bucle los hace que se confundan entre ellos. Muy bien llevado , y además ya te digo me has hecho pensar, ajajá. Te felicito. Un besote Nuria.
ResponderEliminarNem sempre estamos preparados para mudanças transcendentais.
ResponderEliminarDentro dos obstáculos naturais é melhor enfrentar uma realidade mais palpável.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Boa noite, amiga Nuria
ResponderEliminarInteressante história aqui nos traz. Não sou fã de super-heróis. Muito menos de meta humanos. O sermos nós tal como somos, humanos, falíveis, inquietos, com o que nos rodeia, é bem mais saudável.
Gostei bastante deste seu post.
Beijinhos e feliz semana!
Mário Margaride
http://poesiaaquiesta.blogspot.com
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Pobre Lucas, ya que venía de heridas de amor. Pero siento lógica en ese asunto de la "metahumana", algo así como las "brujas" que no tenían permitido amar. Este siento que es el trasfondo de la historia, es un juego que trasladándonos al entorno meramente humano puede bajar los ánimos, ya que las relaciones de por sí llegan a ser muy complicadas. Un abrazo Nuria, lindo relato.
ResponderEliminarMuy bien planteado, Nuria, eso la pasó por ser metahumana.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos.
Todo hace pensar en una relación imposible. Si bien la completa igualdad no existe en una relación normal, ya que una parte siempre da más que la otra, o menos según se mire, la diferencia que se establece entre humano y meta-humano es abismal. Aunque, si esa barrera se lograra superar...
ResponderEliminarNuria que bien lo has pergeñado todo.me ha gustado mucho, tanto me he metido en la historia que me he preguntado si la Meta humana no podría hacer a Lucas feliz de alguna forma, porque el pobre está hecho polvo.
ResponderEliminarBesos autora.
Lia lo ha liado todo. Pero siempre puede ir atrás y repetir la cita, sabiendo lo que acsba de aprender, y hacer múltiples intentos. Si quiere pareja claro... si no le gusta Lucss, a por el siguiente. Con ese poder es difícil no abusar de él. O sea, del poder, me refiero, eh?
ResponderEliminarAbrazooo