CONVOCATORIA JUEVERA: CINCO PERSONAJES.
Pueden ser de cualquier sexo y condición y en cualquier combinación, pero:
-Al menos uno ha de ser un niño/a (de cualquier edad menor de 18 años).
-Al menos uno ha de ser un anciano/a.
-Y, al menos, uno ha de ser padre/madre (no necesariamente de un personaje).
La temática, el tiempo y el lugar donde transcurre y el estilo son libres. La extensión de 350 palabras como máximo.
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En un pequeño orfanato, vivía Tomás, un niño de diez años, que destacaba por su afición en contar historias a los demás niños. Sin embargo, ocultaba que todas sus historias se las contaba un anciano; Fermín, que vivía en una cabaña cercana al orfanato. Fermín era un hombre enjuto, de pelo blanco y larga barba, castigado por los años; su deterioro físico no le permitía alejarse de la cabaña.
Un día, mientras escuchaba las historias de Fermín, el Padre Lorenzo, encargado del orfanato, los descubrió. El padre Lorenzo era un hombre estricto, pero bondadoso. Conocía a Fermín desde hacía años y cada semana le llevaba harina, huevos, pan y fruta fresca, pero temía que sus historias llenas de aventuras confundieran a los niños.
—Tomás, ¿qué haces aquí? —preguntó el padre con voz severa.
—Fermín me cuenta historias y yo al resto de niños.
Fermín sonrió al Padre Lorenzo.
—A veces, un poco de imaginación es lo que más necesitan los niños para entender el mundo, ¿no lo cree así?
El Padre Lorenzo quedó pensativo. Miró al niño a los ojos y percibió el brillo de la ilusión en ellos. Luego suspiró y dijo:
—Está bien, Tomás. Pero prométeme que no te olvidarás las enseñanzas del orfanato, sobre la realidad de la vida.
—No lo haré, padre. Prometido.
A la semana siguiente, una mañana, Luis despertó a Tomás alterado.
—Tomás, Tomás, despierta, sucedió algo y el Padre Juan te ordena que vayas de inmediato.
El orfanato era un revoltijo de miradas y silencios. Cuando Tomás entró en el despacho, le sorprendió ver a un hombre sentado frente al sacerdote.
—Tomás, siéntate. Este hombre ha venido a buscarte.
—¡Padre, qué quiere decir!
—Soy tu padre, —señaló el hombre de cara seria—. La guerra duró demasiado. No supe nada de la muerte de tu madre hasta mi regreso, ni tampoco de tu internamiento. No la recuerdas, porque a penas tenías un par de años. Me ha costado mucho encontrarte, pero nunca más me separaré de ti, hijo mío.
Unas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
—¿Padre? ¿Mi padre? —Logró balbucear Tomás.
El padre abrazó a su hijo con ternura y este correspondió; en ese instante sus ojos se llenaban de lágrimas de alegría.
—Vamos, hijo.
Ni siquiera se dieron cuenta de las lágrimas silenciosas del padre Juan.
Al llegar a la puerta del orfanato, el resto de huérfanos, el padre Lorenzo y Fermín, le esperaban para despedirse.
—Ahora, Fermín, os contará las historias en mi lugar, ¿verdad, padre Lorenzo?
—Claro que sí, yo mismo me encargaré de traerlo.
Los niños aplaudieron y se despidieron de Tomás, un niño que nunca se sintió triste en el orfanato y que ahora sería más feliz que nunca junto a su padre.
https://bloguers.net/votar/NuriadeEspinosa
Que bella historia Nuria! Nunca me han gustado los orfanatos, siempre son historia de peliculas de terror pero este relato encierra esperanza, historias y algo más... Besos por ahí!!!
ResponderEliminarGracias Mati, esta vez quise que fuera un relato alegre lleno de esperanza e ilusión. Un abrazo fuerte
EliminarLos orfanatos tienen un aura de tristeza por lo que entrañan; pero también se forjan vínculos muy profundos, incluso finales felices como el de tu relato.
ResponderEliminarMuy bonito, Nuria.
Siempre un placer leerte.
Vamos regresando…
Abrazo grande 💙
Gracias Ginebra, así lo creo por eso lo escribí con esperanza. Un abrazo gigante
Eliminar¡Que belleza, Núria! Es cierto que hasta en la más triste penuria se pueden encontrar razones para la felicidad. Y lo más bello de eso es que suelen ser las palabras (leídas, escuchadas, dichas...) las que nos la suelen proporcionar. Gracias. Ya esá puesto en HELICON.
ResponderEliminarSaludos. AlmaLeonor_LP
Gracias a ti Alma por anfitrionar la convocatoria con una propuesta tan interesante. Un abrazo gigante
EliminarHola, Nuria, una bonita y tierna historia con final feliz...
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Gracias Merche, abrazos
EliminarQue historia más tierna Nuria, al mismo tiempo destila tristeza y esperanza! Y esa ilusión de la infancia que nunca hay que perder! Un abrazote!
ResponderEliminarDesde luego Marifelita, la ilusión siempre hay que tenerla. Un abrazo
EliminarQue bonito, Nuria. Me encanta, muy pero muy bueno!
ResponderEliminarGracias Eliom, un abrazo
EliminarHola Nuria, que historia más tierna, bonita, simplemente me ha encantado, perfectamente uniste a todos los personajes y realmente te quedo precioso, un relato lleno de esperanza te mando un abrazo grande.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias Patricia, me alegra que te haya gustado. Un abrazo grande
EliminarTambién destacó la positividsd de la historia. No se cuanto hace que no leo una historia en que sale un cura y no es un pedofilo o slgo así.
ResponderEliminarY el ansia del niño que pasa de ser huérfano a tener padre , aunque no lo conozca. Supongo que es un sentimiento común en los orfanatos.
Muy buen relato, Nuria.
AbrZooo
Gracias Gabilante, imagino que para un huérfano descubrir que tiene padre es una bendición. Un abrazo
EliminarUna historia que termina requetebién, asi me gusta, que los pequeños nunca pierdan esa sonrisa. Muy bonito, Nuria. Un besote grande.
ResponderEliminarGracias Campirela, la niños cómo bien dices nunca deberían dejar de sonreír. Un abrazo
EliminarHermosa historia, con un final feliz. Felicitaciones.
ResponderEliminarGracias Héctor, un abrazo
Eliminar¡Qué preciosa historia Nuria! Grande es tu alma que te permite diversificar entre un mundo de temas, este tan lindo! Gracias por este regalo! Un abrazo grande.
ResponderEliminarGracias a tu Maty, por tus hermosas palabras que llegan al alma. Un abrazo
EliminarUna historia que te reconcilia con la vida..a veces la realidad es tan dura que llegamos a pensar que estas cosas solo pasan en cuentos, pero creo que si se puede....Bssss
ResponderEliminarTotalmente Diva, la de niños huérfanos durante la guerra civil, que habrían querido vivir esta historia y reencontrarse con su progenitor. Un abrazo gigante
EliminarNo sé por qué pero me da la ligera impresión que esto lo escribió después de haber visto alguna película o telenovela (un culebrón infumable seguramente), con un poco de talk-show al final. O tal vez Remi el niño de los ojos grandes que salía en los dibujitos de los sábados en la mañana. ¿Un poco de Heidi tal vez?.
ResponderEliminarHola Conejo, pues la verdad es que no, lo he escrito mientras descansaba a la luz de la luna con ese silencio que tanto me gusta. Y quise hacer un microrrelato con final feliz. Un abrazo
EliminarAddendum: no sé qué pasa con blogger que no me está avisando si mis comentarios aparecen o no, ya no me avisó si necesitan aprobación o no, espero le haya llegado mi primer comentario, si le llegó por favor borre éste por favor.
ResponderEliminarUna historia llena de bondad en la la vida hace justicia con el niño y con el abuelo que le contaba esas cuentos que tanto gustaban a los niños
EliminarLa verdad es que si Tracy, un abrazo
EliminarUn relato que rebosa ternura y buenas intenciones. Tomás vivía feliz en el orfanato, pero encontrar a su padre le colmaría de felicidad para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es Marcos, gracias y un abrazo
EliminarUna dulce y tierna historia, abrazo, Themis
ResponderEliminarGracias Themis, un abrazo
EliminarUna historia muy emotiva premiada con un reencuentro inesperado. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Mónica, un abrazo
EliminarLas guerras es decir las atroces decisiones de los gobiernos y estados tienen ese efecto: Destruir familias, desviar vidas.
ResponderEliminarPara este padre y este hijo al final pudo haber reunion a costa de perder un miembro valioso como lo es una madre.
En tiempos de paz y prosperidad quizas nada de ello hubiese ocurrido, dependemos pues demasiado de las decisiones de quienes se han tomado el Poder de gobernar.
Hola José, desgraciadamente es la pura verdad. Estamos indefensos ante la decisión de quienes gobiernan. La guerras son lo peor de lo peor, sacan lo más vil del ser humano y poco o más bien nada se puede hacer ante este tipo de gobiernos que no les importa llevar el país a una guerra mientras ellos se refugian en su bunquer. Un abrazo
EliminarAunque no estoy seleccionado en la convocatoria les dejo link conmovedora historia de tomas, siempre la fantasía ayuda a llevar la vida. www.adoquines-mojados.Blogspot.com
ResponderEliminarHola Marcos, paso a leerte. Gracias por visita y comentario. Un abrazo
Eliminar¡Vaya! Tu texto me ha parecido súper realista, seguro algo así pasó en esos días tan duros de la Guerra Civil 😔. Pero ese final feliz, madre mía, ¡es casi un milagro poder recuperar a un hijo de un orfanato! 💫 Me ha emocionado un montón. 😊
ResponderEliminarAsí es Lucía, hubo muchos huérfanos durante la guerra civil y muy pocos los que recuperaron a alguno de sus progenitores. Un abrazo
Eliminarque bonito relato y cuanta necesidad e dar o recibir amor en ese personajillo
ResponderEliminarAsí es Rodolfo, gracias y un abrazo
EliminarPor lo menos recuperó a su padre y salió del orfanato. Un abrazo
ResponderEliminarSi, menos mal. Un abrazo
Eliminar¡Qué historia más positiva y enternecedora, Nuria! Es de las que nos muestran la bondad que se puede desprender de cada uno de nosotros.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)