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martes, 11 de junio de 2024

Si el oráculo habla todo es posible


Adaptación mínima de mi participación en el reto Varietés.

José Antonio Sánchez desde su blog Acervo de letras  nos propone este mes escribir sobre:

                   El Oráculo 

Si quieres conocer tu FUTURO… 

Entra y te haré un CONJURO.

              *****


En medio del bullicioso gentío de la feria, de sus luces parpadeantes y del aroma a algodón de azúcar flotando en el aire, de las tómbolas, puestos de caramelos, del gusano loco, y otras atracciones se encontraba una caseta de terciopelo rojo que destacaba entre las demás. Sobre la entrada, un letrero dorado con las palabras: «Madame Victoria, Pitonisa del Destino. Si quieres conocer tu futuro entra y te haré un conjuro». En su interior, el olor del incienso llenaba el ambiente.

Andrés, escuchaba con atención a sus vecinos hablar de las adivinanzas de la pitonisa, pero hasta esa noche, se decidió a entrar. Al cruzar el umbral, tuvo un extraño déjà vu. Sentada en una mesa redonda, cubierta con un mantel violeta bordado con estrellas y lunas doradas, esperaba Madame Victoria. Sus cabellos plateados caían en cascada sobre sus hombros y sus ojos de un azul profundo contrastaban con su apariencia sosegada. 

«Bienvenido, joven viajero», dijo con voz suave. «El oráculo ha estado esperando tu llegada».

Se sentó frente a ella, sin articular palabra, intentando ignorar el escalofrío que le recorría la espalda. Madame extendió sus manos y, empezó a barajar un mazo de cartas tan usadas que daba la sensación de que iban a romperse entre sus manos. Sus movimientos eran rápidos y precisos.

«El oráculo revelará lo que está oculto en tu destino», murmuró mientras desplegaba las cartas sobre la mesa. Cada carta parecía brillar con luz propia, como si estuvieran imbuidas por algún poder.

«El Emperador», continuó, señalando una carta con la imagen de un rey. «Representa tu deseo de control y estructura. Pero...», señaló, girando otra carta, «La Torre. Esto indica una gran ruptura, un revés inesperado que cambiará todo lo que conoces».

Andrés sintió un nudo en el estómago. Había venido por simple curiosidad, pero ahora no podía apartar la vista de la mesa. Victoria cerró los ojos y extendió sus manos sobre las cartas. Un extraño soplo de aire hizo que la llama de las velas oscilaran. «Veamos lo que el oráculo tiene reservado para ti», prosiguió, a la vez que habría un cofre de madera que descansaba a su lado. De él, sacó una esfera de cristal, la colocó en la mesa y pasó sus manos por encima, susurrando palabras en un dialecto que no conocía. La bola de cristal se llenó de una niebla espesa, que poco a poco se fue aclarando para mostrar una escena: un paisaje con montañas y árboles que parecían perderse entre las nubes del cielo. En el centro, Andrés se vio a sí mismo, más viejo, con expresión de asombro rodeado de seres transparentes que emanaban una luz celeste.

Estás destinado a descubrir un portal entre los mundos, indicó con voz grave. «Un lugar donde la realidad se distorsiona y lo imposible se vuelve posible». «Pero cuidado, porque este conocimiento también puede traer tanto sorpresas como peligros».

Él atrapado por la incertidumbre solo pudo articular una pregunta, «¿Qué debo hacer?».

«El oráculo ha hablado. Ahora, el camino es tuyo para recorrerlo», respondió Madame, devolviendo la esfera al cofre. «Recuerda... la clave, está en tu interior. Solo unos pocos alcanzan el nivel onírico del oráculo».

Andrés salió de la caseta, el bullicio de la feria ahora le parecía lejano y difuso. Deambuló unos minutos por la feria. Sin embargo, sintió que aún tenía una pregunta por hacer a la pitonisa y ahora, estaba preparado. Regresó, pero para su sorpresa la caseta había desaparecido. Intrigado, extrañado y preocupado, preguntó al hombre que estaba en la tómbola de la muñeca chochona.

«Disculpe, hace un rato, estuve en la caseta de la pitonisa y, por extraño que parezca, no logro encontrarla.» Puede decirme «dónde...».

«¿Pitonisa?, cortó el hombre. Caballero nunca ha habido pitonisa en esta feria. ¿No será que lleva alguna copa de más?».

Andrés no respondió. Agachó la cabeza. Se hallaba desconcertado, aturdido. No entendía nada. Empezó a caminar saliendo del recinto ferial y tras un trecho dio una última mirada. De nuevo regresó el déjà vu que lo hizo sentir que estaba viviendo una situación del pasado, no obstante, él se convenció de que la imagen que su cerebro reconocía era del futuro. Un futuro extraño y enigmático. Las luces de la feria refulgían en la distancia, no obstante, para él, el verdadero espectáculo no había hecho más que comenzar. 

https://bloguers.net/votar/NuriadeEspinosa

21 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias Verónica, me alegra que te haya gustado. Un abrazo

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  2. Hoy he podido, por fin, pasar por tu casa y entretenerme un ratito con este relato. Ya dicen que la realidad supera con creces a la ficción. Buen día, Nuria.

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  3. Maravilloso, Nuria.
    Nos has dejado con el final en la punta de la lengua, pero con muchas historias por imaginar, o por contar si te decides a hacerlo.
    Has impregnado el relato de toda la magia y fantasía que proponía el reto y creado una ilusión magnífica para seguir soñando con ella.
    Muchas gracias por el regalo para el VadeReto.
    Abrazo grande.

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  4. Como siempre nos has sorprendido, genial relato😉 un abrazo 🙋‍♂️🙋‍♀️

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  5. Descubrió un futuro lleno de posibilidades pero trasladado al presente, es la lectura que hago. Como siempre, sorprendes con tus textos, intrigantes y evocadores, sobre todo en las descripciones que haces como la del interior de la tienda y la adivina.
    Buena aportación, Nuria.
    Abrazos.

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    1. Gracias Marcos por tus palabras que siempre animan, un fuerte abrazo

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  6. Todo un revelador destino el que le espera al protagonista! Será cierto? O solo una fantasía? Solo tendrá que ser paciente y esperar a ver que ocurre, pero que gran responsabilidad de ser cierto! Un abrazote Nuria!

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  7. Cuando hemos sentido un déjà-vu? Cuando se ha confundido realidad y sueño? Cuando se cumple una predicción de una pitonisa? Tendremos que esperar. Un abrazo Nuria

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  8. Gracias Federico, no queda otra que esperar. Un abrazo

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  9. Hola Nuria.
    Nos has dejado con la miel en los labios. Eso de "destinado a descubrir un portal entre los mundos" suena magnífico. Pero esa "torre" que traerá un revés inesperado que cambiará todo lo que conoce el protagonista, inquieta bastante. Aunque lo más inquietante es la desaparición de la caseta de la pitonisa. En fin, que necesitamos continuación al relato.
    Un abrazo.
    Marlen

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  10. Buen relato con final intrigante. Me encanta como describes la feria, parece que la veo. Un abrazo!
    lady_p

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  11. Casi estaba segura de haberte ya comentado pero no sé que pasó. Bueno, lo releí y me gusta este relato que resulta bastante enigmático y misterioso. Una pitonisa que después de dar su predicción desaparece dejándolo confundido. Dan ganas de saber qué sucederá y si se cumplirá y cómo la predicción. Muy bueno Nuria, saludos.

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