CADA JUEVES UN RELATO: SOMBRAS URBANAS
Está semana Mónica desde su blog Neogeminis anfitriona la convocatoria juevera y nos propone crear un microrrelato de no más de 350 palabras ambientado en las sombras urbanas.
Cuando lanzó su órdago, supo cuán escasas eran sus oportunidades, como si fuera un plan elaborado por otra persona. Durante sus largas horas de soledad sintió que en el fondo no fue sincero consigo mismo. Aturdido por sus pensamientos, cayó en un profundo y extraño sueño: «se vio en un corto recorrido en coche, en una carretera cubierta por una espesa bruma, y en el asiento del copiloto, una maleta de color azul. En mitad del trayecto, una sombra mortífera le recibía entre una densa niebla».
Al despertar, sintió náuseas. Notó cómo su ambigüedad se convertía en sufrimiento. No comprendía lo que le estaba sucediendo. El cuerpo le ardía de una manera que parecía que iba a explotar. Alguien discutía tras la puerta de su casa. Se puso tenso. Sudaba. Agudizó el oído. Nada... ni el aire arrastraba con claridad lo que discutían.
— ¿Hay alguien ahí? —preguntó alzando la voz.
La respuesta fue el silencio. Notó que el aire del salón se volvía rancio, que se hundía en la profundidad del sofá. Incluso el calor parecía distinto. Una áurea de inquietud cubrió el rostro de Mario. De pronto, un par de hombres corpulentos echaron la puerta abajo. El asombro y el miedo se apropiaron de él. Uno de los hombres le golpeó en el vientre con un bate de béisbol lanzándolo contra el suelo. El otro se acercó, le miró y disparó.
La lluvia fría y húmeda caía sobre su rostro. Sentado en un banco del parque. Un hilo de sangre le salía por la comisura de los labios. Mario recordó quién era aquel hombre que le había disparado.
«Un soldado que, años atrás, en la Segunda Guerra Mundial, denunció a su superior por violar a una joven, pero la recompensa fue el calabozo: el soldado juró que se vengaría».
Estaba empapado, había perdido mucha sangre. Suspiró —al final el destino siempre te encuentra— pensó. El claxon de los coches se oía cada vez más lejos y el cielo lo dejó entre las sombras de la venganza, exhalando su último aliento.
Una venganza con retraso pero ejecutada. Esas sombras en la noche no sabía lo que le traería.
ResponderEliminarUn texto intrigante, pero muy bien hilado.
Besos, Nuria.
Gracias Campirela, al final casi todo se paga. Un abrazo
EliminarTodo llega, más aun si lo empuja la venganza. O castigo divino, digamos. Un abrazo y muchas gracias por sumarte, Nuria.
ResponderEliminarHola Mónica, supongo que el castigo lo ejecuta el destino o como bien dices lo divino . Un abrazo
EliminarUna borrosa escena para una turbia historia pasada, con un oscuro desenlace. Me ha encantado!! Un abrazote Nuria!
ResponderEliminarGracias Marifelita, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarTodo llega en la vida, tarde o temprano y a él de la mano de las sombras le llegó el final.
ResponderEliminarMuy buen micro Nuria, me gustó mucho.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Muchas gracias, un abrazo
EliminarDicen que el que la hace, la paga. Es lo que le ha ocurrido al protagonista de tu historia.Para una acción abominable, una reacción que le costó la vida.
ResponderEliminarPues sí Pepe, al final tuvo su lección de vida. Un abrazo
EliminarHola Nuria, muy bien narrado y el final me gustó, si había hecho lo que había hecho pues...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Pues si Merche, hay personas que se merecen su destino. Un abrazo
EliminarMe ha encantando lo que te ha inspirado la imagen de Neo. Yo creo que al final todo se paga.
ResponderEliminarUn placer leerte, Nuria.
Un abrazo.
Gracias María, así pienso. Un abrazo y feliz fin de semana
Eliminarseria mas reconfortante que ademas ko hubiera estado esperando tantos años.
ResponderEliminarAbrazooo
Pues si Gabilante, no es mala idea. Un abrazo
EliminarSi que llegó tarde la venganza del soldado, pero llegó. Merecido castigo.
ResponderEliminarExcelente micro, Merche. Me ha gustado mucho.
Un abrazo!
Gracias Carmen, volviste a equivocar el nombre, jajaja, un abrazo
EliminarSombras del pasado que aparecen en justa venganza. Lo has ido hilando de una forma magistral, muy buen relato. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Molí, me alegro que te guste. Un abrazo
EliminarHay gente que nunca descansa hasta que ve cumplida su venganza. He conocido personas que llevan el mal en la sangre y me he sorprendido de sus hechos...
ResponderEliminarUn saludo
Te entiendo, la gente es así y la vida dirige el destino. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos
EliminarSe dice que la venganza se sirve en plato frío pero que Dios nos libre de esos vengadores Un abrazo
ResponderEliminarVaya que sí Rodolfo, un abrazo
EliminarEn esta vida cada cual recoge lo que siembra.
ResponderEliminarBesos mil
Cierto Tracy, un abrazo
EliminarUn relato bien narrado, una va sintiendo junto al protagonista toda la angustia. Algunas personas no descansan hasta que se vengan. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Lady, me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarBien contado.
ResponderEliminarPor más que ejercio su autoridad militar, para acallar esa denunicia, lo alcanzó la venganza.
Un abrazo.
Así es Demiurgo, un abrazo
EliminarLas sombras del pasado siempre te persiguen. Puede que un día se materialicen pero mientras tanto vivirás con la inquietud y el remordimiento. Un abrazo Nuria.
ResponderEliminarAsí es Federico, el pasado siempre vuelve. Abrazos
EliminarDa gusto que los malos obtengan su venganza.
ResponderEliminarMe ha gustado especialmente ese inicio tenebroso e inquietante. Y las sensaciones tan vívidas. Muy bueno.
Un beso.
Gracias MJ me alegro que te haya gustado. Besitos
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