#CortoMacabro
En el norte de Irlanda, cerca de la montaña parda, una extraña pestilencia envolvía la arboleda. Era la guarida de tres duendes malvados que emergieron desde lo más profundo del pantano.
Su aspecto era aterrador, y su olor nauseabundo. Les habían robado su mayor tesoro; el Totem que domina el mal y buscaban venganza.
Crearon trampas al rededor del bosque, maldiciendo y atacando a todo aquel que se acercaba. Pero un día apareció en el bosque un troll más cruel y pestilente que los malvados duendes. El gigante que estaba hambriento se zampó a los tres duendes y no dejó ni las tripas. Dicen que tras el atracón, el troll a causa del empacho tropezó y acabó en el fondo del pantano.
En Irlanda e Islandia he oído historias de hadas y de duendes como resto de una cultura no racionalista. Hay quien dice que el racionalismo supuso la mayor conquista de Europa, pero en el camino hemos perdido muchos hilos que conectarían con nuestro yo mágico o profundo. No soy muy aficionado a los relatos de duendes pero tu cuento contiene una buena dosis siniestra y macabra que me ha gustado. Me ha gustado tu espacio. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Joselu, desde luego se han perdido muchos hilos en el camino... Me alegra que te gusten estos microrrelatos algo siniestros y macabro que suelo escribir. Un abrazo y gracias por tu visita y comentario.
EliminarUna clara muestra de que el mal se vuelve contra sí mismo.
ResponderEliminarCierto Cabrónidas, el mal es tan retorcido que se vuelve hasta contra si mismo. Saludos
EliminarDios los cría y ellos se comen, o No hay bien que por mal no venga. Y todos felices, Nuria.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)