Relatos inquietantes

Vamos hijo, parece que escribes la biografía de tu vida. Que solo es un currículum para entregar en la empresa. Si logro que te den trabajo habré triunfado.

¡Tú desde luego! Pensó Raúl, pero no se atrevió a decírselo a su padre que llevaba meses machacándole con el tema. ¡Cómo te odio!, gritaba su pensamiento. 

—Listo, —dijo.

—Pero si no está firmado.

—Vaya, no se te escapa una ¿eh?. 

—Por la cuenta que me trae, o tu madre nos echa a los dos de casa.

Nos respondió. Entregó el maldito currículum sabiendo que aunque le dieran el trabajo no iría. Regresaron a su casa. Fefa, su madre preparaba la cena 

—¿Entregaste el currículum vitae Jhon? 

Él asintió con un gesto de cabeza. Subió a su cuarto. Abrió la ventana y se deslizó por ella sin hacer el más mínimo ruido. Entró en el garaje. Cogió el martillo y la llave inglesa que colgaba del panel de madera de la pared. Volvió a entrar directamente a la cocina. Su padre bebía un vaso de agua del grifo. Sin dudarlo ni un instante golpeó con fuerza a este en la cabeza. La sangre salpicó a su madre que empezó a gritar. 

Pero él no pestañeó. La llave inglesa impactó sobre la mejilla de su madre con tanta fuerza que la tumbó contra el suelo. Él siguió atizándole una y otra vez hasta que quedó desfigurada. Un leve gemido le sorprendió. ¡Su padre seguía vivo! Se abalanzó sobre él con una furia colérica. Volvió a dejar caer el martillo varias veces sobre su cráneo hasta que su cerebro quedó desparramado por el suelo. 

Miró a ambos. Sonrió con ironía. Cogió un plato, se sirvió algo de pollo. Agarró la botella de vino y se sentó en el sofá a ver su serie favorita. 

Relato participante del reto Escribir Jugando organizado por Lidia Castro desde su blog. 👇👇

De nuevo las sombras!. Sabía que aquellos monstruos esperaban para atraparlo, era el último que había resistido el ataque de los mongoles, pero ya no podía aguantar. Tembló horrorizado al ver las siluetas en la lejanía. El brillo de la estrella polar le dio aliento. Tenía que hacer un esfuerzo. Decidido el taoísta cogió la mezcla, le llamó pólvora. Tras unos segundos encendió la mecha. Miró hacia la frontera. —¿Dónde están? Se dijo. Entonces sin pensar más lanzó el saco lleno de pólvora; —no volverían a molestar a mi pueblo, pensó. Tras la explosión llegó el silencio.

Relato creado para el reto #MicrorrelatosTrippy🌺 organizado por Nuria de Espinosa en Twitter desde su página @misletrasnuria1 👇👇

Al mirarse al espejo lo comprendió. Pero... ¿Cuándo había empezado su transformación? ¿Quizás aquel...? Fue su... y [...] no, no era posible. Ese pelo, esas manchas. Esos colmillos. Recordó el destornillador en su frente...

Relato creado para la web de literatura Relatos extenuado. 👇👇

Estábamos extenuados. El calor era abrasador. Nuestra caravana se había estropeado en el desierto de Colorado. Llevábamos horas de caminata y nuestro único público fueron unos malditos escorpiones que estuvieron a punto de picarnos. Apenas nos quedaba agua.

—Ramón tengo sed, necesito beber un poco.

Alargó la botella, pero no quedaba agua. 

—Serás cerdo, ¡te la has bebido toda!. 

Laura echó a andar furiosa, estaba segura de que si no encontraba agua pronto iba a morir deshidratada. Después de muchas horas de caminar bajo el asfixiante calor sin encontrar ni un cactus, ni agua, se dejó caer derrotada. No podía más. 

Entonces oyó una melodía familiar. Era Pol, su hermano, que al no poder contactar con ellos había salido a buscarnos partiendo desde el punto desde el que días antes le comentaron que empezaban su odisea por tierras áridas.