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domingo, 2 de abril de 2023

El diario para el VadeReto



Este mes José Antonio Sánchez desde su blog Acervo de Letras nos propone para el VadeReto crear un relato inspirado en la palabra PERDIDA. En él tienen que aparecer, al menos, tres palabras «raras». Para más información pasaros por su estupendo blog. 🖕



Aquí mi participación 👇👇



"Imagen tomada del blog, Acervo de Letras de Willgard Krause en Pixabay"




La realidad más aplastante fue comprender que solo encontraba serenidad cuando me evadía entre las páginas de mi diario; ahí era el único rincón de mi existencia donde me perdía en completa soledad. 


Me sentía como un adefesio entre fragmentos de páginas en blanco: ¡Córcholis! Que frustración tan grande albergaba en mi interior. Igual que cuando era una niña y quería jugar a saltar a la comba, pero mi mejor amiga se empeñaba en jugar al pica-pica, con su caja de lata llena de cromos de angelitos. 

Aunque el colmo era cuando Pedro, el Lechuguino , me rondaba. No es que le tuviera inquina, sino que cuando le veía el rostro cubierto de granos pustulosos se me revolvían las entrañas y no podía evitar rechazarlo. 


Sin darme cuenta había escrito varias páginas. Ahora me sentía como un Floripondio ; marchita y perdida en mi mente. Empezaba a pensar que todo era una cruel Paparruchada otoñal que se mezclaba entre las páginas del diario y el delirio de mi mente. 

Cerré el Plumier . Me puse el Niqui de color violeta y me fui al parque. Las hojas naranja-ocre, cubrían el suelo. Un suave viento mecia las ramas de los árboles y acariciaba mis mejillas. Percibí una sensación de paz extraordinaria. 

Dos chiquillos jugueteaban con las hojas ante la atenta mirada de una pareja de ancianos que sonreían; supuse que recordando sus años de niñez. 


El griterío confuso de varias personas que hablan al mismo tiempo como si de una algarabía se tratase llegó hasta mí. Curiosa me acerqué:


—¿Qué sucede? 


—Este hombre miraba de una manera rara a mi niña. 


—¡Señora!, que solo estaba mirando como jugaban, hace un año que perdí a mi hijo y creo que tendrían la misma edad, su recuerdo hizo que me quedase absorto. Fue un impulso el que me trajo al parque. 

Varias personas seguían con sus improperios acusatorios. 


—Disculpe señora, —dije en un tono de voz tan sereno que hasta yo me sorprendí— yo creo que este hombre dice la verdad, acaso cree que si fuera lo contrario lo haría con todo descaro al lado de la mamá de la niña. Piense un poco por favor. 


El silencio se hizo. Aquel señor había sufrido la perdida de su hijo; su añoranza al ver los niños jugar entre los árboles le habían perturbado durante unos minutos. 


—Lo siento mucho de verdad, siento creado este absurdo malentendido. Le pido disculpas. 


—No se preocupe, —respondió la madre de la niña— supongo que me he precipitado. Suceden tantas cosas hoy en día qué, yo… [...] 


—Lo entiendo. 


Tras esas palabras el hombre se alejó del parque. La mujer me miró sonrojada. No dije nada, en el fondo entendía su reacción. Anduve unos pasos absorbiendo la cálida temperatura, teniendo en cuenta que era otoño. Me senté en un banco, tenía la sensación de estar sobre una nube de algodón y entonces, lo descubrí… 

¡No podía creerlo! Estaba en mi habitación, sentada sobre la cama con el diario en mis manos. Otra vez, me había vuelto a perder entre sus páginas. No obstante, esta vez presentía que era diferente, como si se tratará de un antiguo manuscrito; el Becerro ; y para mí era un privilegio tenerlo entre mis manos. 

Justo en ese instante de obviedad supe que perderme entre sus páginas no era una desdicha, sino lo mejor que podía pasarme. 




 


20 comentarios:

  1. Curioso reto, Nuria.
    Me ha encantado tu relato y las palabras que has elegido para incluir en él. Ese "córcholis" me ha llegado al alma. He llegado a usar hasta "recórcholis".
    Por cierto, sigo tu blog desde hace algún tiempo y de vez en cuando te leo aunque no haya hecho ningún comentario.
    Que tengas un bonito domingo. Un abrazo 🤗

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    1. Hola Carmen, me alegra leerte. Sinceramente ese Córcholis y como tu dices Recórcholis lo escribí recordando a una de mis hermanas que tiene esa expresión siempre en la boca 😊 yo también te seguía antes, pero te soy sincera no me acordaba, no sé cómo he de hacer para que cuando publicáis una entrada me llegue al correo directamente porque si no, no veo las publicaciones y me da mucha rabia. Gracias por tu visita y comentario. Un fuerte abrazo

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  2. Hola Nuria, muy bien relato para el reto. Todas las palabras que has usado las conozco, muy bien hilvanadas y argumentadas en la narración. Un abrazo. :)

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  3. A uno de mis personajes lo llamé Floripondio Algaseca. Me ha hecho gracia. Suerte que la señora entró en razón, que ya cuesta.

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    1. Hola Cabronidas, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  4. Hola, Nuria.
    Un relato que, creo, dice mucho más de lo que parece.
    Es verdad que nos evadimos al leer o escribir; nos marchamos a ese otro mundo imaginado que tanto nos gusta o nos hace recordar momentos pasados. Un Diario es algo muy especial y personal, y el que consigue confiarse a sus páginas traspasa el espacio y el tiempo. Yo nunca lo conseguí; aunque, según dicen, en cada escrito se deja un poco de cada uno.
    Me han encantado las palabras que has escogido. Casi todas las conocía; pero hay una que me ha sorprendido mucho: Lechuguino. En Cádiz se conoce por otra historia: http://curiosidadesdecadiz.blogspot.com/2014/06/guacamayos-y-lechuginos.html
    Muy interesante también ese "Becerro", que hace mención a los manuscritos antiguos que se escribían en los pergaminos.
    Me quedo dándole vueltas a la historia del anciano y al redescubrimiento del diario.
    Enhorabuena por el relato y gracias por la participación.
    Un Abrazo.

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    1. Hola José Antonio, las gracias te las doy yo por ese empujón que me mantiene por estos lares de la imaginación. Te soy sincera cuando te digo que me tuve que machacar el cerebro para obligarme a escribir, tengo días de absoluto bajón sobre todo cuando tengo que pasar por el duro tratamiento que casi tiro la toalla... Pero vuestro apoyo me mantiene en marcha. Gracias y regracias por tus ánimos y amistad. Un abrazo

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  5. Me ha gustado mucho tu relato, Nuria. Una anécdota con mucha enjundia. Pobre señora asustada, pobre señor con su pérdida.

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    1. Cierto Flor, dos historias entrelazadas duras y directas, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  6. La peor sensación que puede sentir una persona es la de sentirse perdida. No hay competencia posible con alguna otra.

    Buen relato.

    Saludos,
    J.

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    1. Cierto José, es una sensación terrible. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  7. Hola, Nuria, varias tramas son las que se entrecruzan en tu relato sin brusquedades, el caso del anciano dice mucho de los hipersensibles que estamos con el tema, el diario como refugio, espacio creativo, también ese sentirse perdida ante las `páginas en blanco, los recuerdos de infancia y las palabras elegidas. Me ha encantado. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Maria Pilar, efectivamente se entrecruzan varias historias. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo

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  8. Hola Nuria, en tu escrito plasmas de buena manera la forma en que podemos "perdernos" cuando escribimos. Tenemos acceso a muchas cosas que pueden o no ser reales, incluso podemos escribir sobre lo que nunca hemos vivido, inventar nuevos mundos y al final, siempre logramos evadirnos un poco de la realidad. Muy buen aporte, saludos.

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  9. Los libros son puentes a otros mundos, portales.... incluso un diario tiene ese poder de transportarnos. Y bueno si, entiendo a la madre ... hay que protejer los hijos de todo sospechoso.... por eso mismo yo evito ir a donde jueguen chiquillos.... no sea que se forme una algarabia por mirar a uno.

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  10. Cuanta razón tienes Jose y más con el mundo en que vivimos donde los pederastas hacen de las suyas y la sociedad con los últimos casos está muy sensible. Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

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  11. Es que cuando una buena historia nos atrapa, no podemos evitar perdernos entre las páginas y nos aislamos del mundo! Es la magia de la lectura! Un abrazo!

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Miicrorrelato a tres

  @escritorbombin Nadie se esperaba que aquel paseo por el bosque terminaría así. La neblina cubría ya toda la montaña, Josie corría empapad...