#Psicosisred
Regresaba a casa después de una jornada laboral agotadora ya entrada la noche, por aquel tétrico callejón sin una sola farola.
No me acostumbraba a su oscuridad.
Cuando estaba cerca de un par de individuos con malas intenciones me cortaron el paso; no dudé; saqué mi láser del bolsillo y les cercioné los brazos, pero me pareció poco así que les corté la lengua, después las orejas.
Descubrí con asombro que no tenía miedo y esa sensación me gustó. Así que les corté las piernas, la cabeza, y el tronco; estaba bastante cansada, así que decidí llevar lo que ya eran desechos humanos a la carnicería y los metí en la picadora de la carne.
Al día siguiente las hamburguesas estarían de oferta.
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