#juevesconcuento
En una zona con antiguas villas abandonadas, rezaba un cartel polvoriento que surcaba las vías del tranvía, cuyo ruido acompañaba el silencio obligado del miedo, en una zona en blanco y negro, podía leerse; "no seas inocente, vete"
Sin embargo el letrero habló, resistió y reivindicó el derecho a pensar, a vivir en libertad. La vida no sería eterna. Pero al final, la era de las letras, del libre pensamiento, de la pluma inquieta que deja su inocencia, ganó contra el olvido y el recuerdo a un mundo sin literatura.
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