Los niños perdidos

En este primer paso después del hilo de los #Microrrelatos he hecho un corta y pega del blog de @Ratonet3 para que podáis entender los inicios de esta #Bibliolab🧵 colaborativa. Más información sobre el Binomio Fantástico en el Blog de @Ratonet3 Alos4Vientos

Este microrrelato viene de aquí:

https://twitter.com/misletrasnuria1/status/1492120154616082436

Y en este hilo de Microrrelatos participan @Ratonet3 y @Davcolgar 

Cuando el chamán tomó mi mano una estrella fugaz cruzó el horizonte. Fue el destino atroz y resentido. La luna ya en cabestrillo se negó a brillar. Danzaron las bailarinas. Un lobo aullaba cerca. De un revés le vi; el chamán, era el mismísimo diablo.

Siempre había una extraña relación entre chamanes y el diablo para la Inquisición que recientemente había llegado al Nuevo Mundo. 

O al menos, así lo reflejaban las crónicas de la época. 

Los niños desaparecían, las montañas carmesí refulgentes eran su trono. El gran chaman inca con los ojos idos expiró ante el asedio y miles de estrellas volvieron al cielo. Los diablos rojos fueron derrotados.

La derrota de los diablos rojos dejó a la Inquisición descolocada. 

Nunca había ocurrido nada parecido en el Viejo Mundo. 

Llamaron a capítulo a los inquisidores con más experiencia para saber qué había ocurrido exactamente. 

El anciano inquisidor abroncó al aprendiz al darse que no estaba pendiente del sermón que recreaba en una extraña pizarra cuyo borde parecía sangrar. El Viejo Mundo se tambaleaba. Los diablos no. El joven se quejó, solo quería matar el aburrimiento.

Cuando años más tarde encontraron la extraña pizarra, comprobaron que se trataba de la pantalla de un ordenador de tipo desconocido. 

Y lo que parecía sangre, se parecía bastante con la composición de cierta sangre de dragón del medievo. 

Fue durante la investigación descubrieron la conexión entre el diablo rojo y el dragón del medievo. Sin embargo, la desaparición de los niños no encajaba en sus conjeturas. ¿Para qué querrían a los niños? Era algo místico, extraño, descorazonador.

En casi todas las culturas antiguas, los sacrificios infantiles eran habituales. Los más importantes, los del primogénito de algún cacique local. 

Sin embargo, en los casos de diablos y dragones rojos, nunca se encontraron restos infantiles. 

Nunca se hallaron restos infantiles que eran enviados a las puertas del averno donde los necrófagos devoraban hasta los huesos; dicen que unos dragones rojos comieron el corazón de los niños, pero nada más comérselo se convirtieron en serpientes. 

Nunca se hallaron restos infantiles que eran enviados a las puertas del averno donde los necrófagos devoraban hasta los huesos; dicen que unos dragones rojos comieron el corazón de los niños, pero nada más comérselo se convirtieron en serpientes. 

Pero apareció el dragón de siete cabezas y diez cuernos que con su cola arrojó a los niños de la tierra y les hizo beber sangre de cordero. Sin embargo, resultó ser mirra que un arcángel ocultó en el altar de los rituales. Entonces el dragón huyó. 

Bibliolab de #Microrrelatos

Biblio de de #Microrrelatos (Bibliolab, en adelante) es un experimento literario coordinado por @Ratonet3 (Ratonet para los amigos) y una servidora Nuria de Espinosa. 

Consiste básicamente en un hilo de tuits que parte de un binomio fantástico que se crea y recrea por parte de los participantes con una doble etiqueta y un emoji que puedes ver en el tuit de arriba.

Todo partió de AQUÍ

A partir de ahí, Ratonet y yo, junto con algún que otro colaborador, hemos seguido experimentando entre microrrelatos tuiteros y blogueros sin ponernos condiciones por el momento dejando que fluya libremente la imaginación y la colaboración.

Los microrrelatos tuiteros está condicionados por su formato pero para los microrrelatos blogueros vamos a dejar un margen razonable para no encerrar la imaginación de los participantes.

Colabora

Puedes colaborar en el Bibliolab de varias maneras:

—Continúa el hilo de tuits por donde estimes oportuno con la etiquetas #Microrrelatos, #Bibliolab y el emoji de un carrete que encontrarás fácilmente en Twitter.

—Crea un microrrelato en tu blog con una extensión no superior a 150 palabras enlazado a uno de los tuits del hilo. Tuitéalo luego con las características del apartado anterior... 

—Comenta los tuits del hilo o las entradas de los blogs.

—Lo que te diga tu imaginación respetando los apartados anteriores.