La zozobra, camina de la mano de la esperanza
como una ráfaga que el viento borra pero no narra.
Débil y cristalina como un agravio a la muerte
las huellas permanecen en el rostro del tiempo.
¡Que triste el corazón olvidado!
Y en mi tarde azul, miraré los ojos del océano
...allí en la lejanía donde los pájaros picotean las estrellas
y el agua descalza abre su coraza en las noches sin luna.
La noche desnuda acaricia la fría brisa
y volverá el suspiro a enredarse con el viento.
¡No te rindas!
Seguiré soñando en mis días de soledad sin sol.
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