Dame un abrazo,
dame tu mano,
ven y dejala
sobre mi pecho,
en un mar
de lava hirviente
donde mi boca
sienta tu fuego...
Ven y dame tus labios
esos labios
que me alteran
donde tus besos
palpitan
en la fuente del placer.
Dame tu cuerpo
para calmar
este deseo...
Dame vino
para calmar
esta sed...
esta sed
que no cesa
y no me puedo
contener.
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