LICÁNTROPO ESPAÑOL
Dueto entre @Andres8342 y@misletrasnuria1
El señor Ramón Sestao, conocido por sus amigos como Ramses por su nombre y apellido y su afición a la arqueologia, era un científico español que trabajaba de crítico gastronómico, tenía un gran paladar para los vinos y le gustaba probar todo tipo de platos, incluso exóticos y de otros países dando un análisis muy exhaustivo y original para la editorial de un periódico nacional.
Un día, en los experimentos caseros descubrió una pócima que le transformaba en lobo sin perder la conciencia humana cuando él quisiera sin necesidad de luna o noche. Lo que decidió aprovechar.
En cada parada invitaba a una mujer a probar con él las diferentes y extraños manjares y quedaba con ella en el yacimiento más próximo para enseñar lo que el sabía de esos lugares, enamorandolas. La que no quería tener nada con él se transformaba en hombre lobo. A algunas las mataba, y a otras las dejaba, pues pensaba que nunca le creerian.
Solo conocía su secreto su mejor amiga, Lena, una andaluza a la que admiraba profundamente desde que le enseñó las Grutas de las Maravillas de Aracena (Huelva) y su arte escribiendo poemas.
Recorrió varias ciudades con la misma estrategia y no pasaba nada, pero un día conoció a una mujer, Nerfea
Nerfea, era una vampira de armas tomar. Jamás pensó Sestao que caería rendido a los pies de una mujer. Pero ella no era cualquier mujer; seductora con un cuerpo perfecto y una belleza seductora, no tardó en llamar la atención de Sestao. En principio Nerfea sólo tenía la intención de chuparle la sangre, pero tras conocerlo y descubrir su lado culto le gusto, pues ella era mujer culta y adoraba el arte. Congeniaron enseguida pero ella pronto le puso condiciones y una de ellas fue, dejar de ver a su amiga Lena o la mataría, a él no le quedó más remedio que aceptar.
Se marcharon al castillo de Nerfea. Vivieron a todo lujo y Nerfea logró lo que ninguna otra consiguió, que no echase de menos a las mujeres, la belleza de Nerfea lo cautivaba de tan forma que la lujuria que despertaba en el, en ocasiones parecía arder en fuego.
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