Este mes José Antonio desde su blog Acervo de letras Nos propone escribir sobre:
Vigilia Noctámbula.
"El título es meramente figurativo y metafórico y, aunque la imagen pueda evocar misterio, suspense o terror, podéis elegir el género que mejor se adapte a vuestra inspiración. Como siempre, no hay límite en la extensión y están permitidos los relatos, la poesía, el teatro, la canción, el monólogo, la fábula… Cualquier forma escrita en que queráis expresar vuestra historia".
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En este paisaje deambulan mis huesos, y se alza un mundo sin ruido lleno de rostros inertes. Sin cuerdas ni amarras que destruyan el callado ritual que vela y ensordece la noche; soy el guardián. No me preguntes porqué pues ni yo mismo lo sé. Sin embargo, cuando cae el crepúsculo mi cuerpo despierta. Debo permanecer atento, vigilando que ningún recién llegado salga del recinto. Nunca ha pasado porque mis ojos velan el camposanto, pero si pasara sería desterrado al infierno. Dicen que antes de yo llegar aquí, cada noche se perdían en la profundidad del averno dos o tres cadáveres. Es por eso que soy duro con quienes intentan salir, normalmente aquellos que despiertan y no aceptan que están muertos. Yo fui un hombre devoto, de ojos penetrantes y cuerpo escuálido, quizás esa sea la razón de mi eterna vigilia. Qué irónica es la luz de la vida y que pérfida la muerta cuando te atraviesa. Es justo en ese instante cuando comprendes lo extraordinario que es vivir. A veces no llega un féretro, sino una urna. Sus cenizas son un mazazo porque su espíritu queda prisionero pululando en el cementerio. ¿Quién puso las reglas? Ni idea. No recuerdo cuánto tiempo llevo de vigilia, pero es mejor que el infierno. Tiene sus ventajas la muerte; no... sientes nada.