En el corazón palpitante de una urbe que jamás bosteza, se alza un cartel como un susurro desafiante al cielo gris: “Estás loca. Por suerte, sí.” Y en esa frase, de aparente desvarío, se esconde la alquimia de lo inusitado, el canto sigiloso de los espíritus libérrimos. Allí, entre el fragor de cláxones y el bullicio de pasos apurados, florece lo excéntrico como una rebelión dulcísima contra la cordura domesticada. Ser loca —dice la ciudad— no es desvarío, es epifanía; es danzar con la incoherencia de los sueños que no caben en los márgenes del deber. Porque quien delira, ama sin cálculo y respira sin permiso. Y en medio de tanto ruido, esa locura es un faro —absurdo y precioso— que alumbra lo verdaderamente vivo.
Y eso, en esta ciudad de luces incansables, es un milagro que aún se atreve a parpadear. Porque sólo en lo indómito, en lo incomprensible, se gesta la magia de existir sin manual.
Oh, I agree completely! What a profound and well-written post! Crazy??? Of course we are!!! All the best people are in their own way! Creativity always comes from that crazy, uninhibited side of our wildest imaginations!! Sorry for the delays in the Challenge blog! I just posted the theme for this week! Please come and join us!!
ResponderEliminarCasi no miramos a nuestro al rededor, eso es lo peor de las ciudades. Reconocerse como tal, como loca/o, se torna necesario.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Profunda reflexión. Te mando un beso.
ResponderEliminarUno ha de estar loco para vivir esta vida, sino esta perdido.
ResponderEliminarUn besazo!