Convocatoria juevera, cada jueves un relato:
¡El Lobo Feroz!
Lee Aquí los relatos participantes
El edificio en la esquina de la calle Trujillo lleva años siendo un refugio para quienes no pueden pagar algo mejor. No obstante, el propietario se ha olvidado de su mantenimiento. Sus paredes de ladrillo se desmoronan y el ascensor a menudo falla, pero para los vecino es su hogar. Sin embargo, todo cambia, una noche de luna llena.
El primer cuerpo aparece en el vestíbulo. Es Marga, del tercer piso. La han encontrado con el cuello desgarrado, como si hubiera sido atacada por un animal. La policía no haya explicación ni pistas.
Pasan los días y llega otra luna llena. Esta vez es Carlos, un anciano que vivía en el quinto. Su cuerpo tiene desgarradoras mutilaciones. No hay señales de intrusión. En el edificio el miedo empieza a sentirse, como una atmósfera turbia. Los vecinos asustados sospechan de todo y de todos.
Al tercer ataque, un grupo de vecinos decide vigilar y hacer rondas durante la noche. Armados con linternas y palos, recorren el edificio. Así y todo cuando el reloj marca la medianoche, unos gritos suenan desde el séptimo piso. Corren escaleras arriba, aunque ya es demasiado tarde. Frente a ellos, transformado en una bestia, está Julián, el joven del apartamento 702, aullando mientras su cuerpo se cubre de pelaje y sus ojos se vuelven amarillos.
La criatura aulla y los mira un instante antes de saltar por la ventana, y desaparecer en la oscuridad de la noche. Desde entonces, marcado por el miedo, en cada luna llena, los vecinos cierran las ventanas, cuelgan collares de plata sobre las puertas y rezan, temiendo que Julián regrese algún día.
Parece que lo han hecho huir.
ResponderEliminarJulián se convirtió en problemas de otros. Difícil que vuelva al edificio, es más probable que se mude a donde no conozcan su condición de hombre lobo.
Muy bien narrado.
Un abrazo.
Gracias Demiurgo, lo mismo pienso, ese ya está bien lejos del lugar, un abrazo
EliminarHistorias de hombre lobo, muy bueno tu relato Nuria y la convocatoria me encantó! Tenía que ser mitad hombre sino el lobo no atacaría por atacar jajaja Se comería a su presa...Besos por ahí!
ResponderEliminarHola Mari, supongo que si, jajajaja, porque los lobos matan cuando tienen hambre y el hombre lobo mata por matar, un abrazo
EliminarJulián tendrá que buscar otro piso, aunque esté fuera ya el último refugio. Porque además lo han reconocido.
ResponderEliminarTerrorífica historia para todos. todos pierden.
Abrazooo
Hola Gabilante, totalmente, todos pierden y como bien dices al ser reconocido, ese se ha largado bien lejos, un abrazo gigante
EliminarCon lo dificil que esta hoy en dia conseguir un piso..eso le pasa por haberse dejado ver...pobre Julián, tendrá que buscar otro lugar....bsssss
ResponderEliminarJajaja, pues sí, no sé si más le habría valido no mostrar su lado oscuro, jeje, un abrazo
ResponderEliminarEl miedo a las noches de luna llena es ancestral. Pero aunque hayan pasado siglos, el temor aun sigue. Así que mejor cerremos bien puertas y ventanas en esas noches... quien sabe! Un abrazote Nuria!
ResponderEliminarPues sí, Marifelita, dicen que hombre prevenido vale por dos, un abrazo
EliminarTenemos hombres y mujeres lobas en cada calle, en cada barrio y muchos pasan desapercibidos. Tu relato me ha gustado mucho por lo bien narrado que está y me hace pensar en mi vecina que tiene casa propia pero, UNA MALA LECHEEEEE.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por esta convocatoria.
Jajajaja, que bueno Buscador, pues mejor mantenerse lejos de ella. Gracias a ti por participar. Un abrazo
Eliminar¡Hola! Me faltaba leer tu relato :D Menudo susto para una comunidad de vecinos, un lobo urbano como aquel lobo-hombre en París :D Me ha gustado :D :D
ResponderEliminarSaludos. AlmaLeonor_LP
Muchas gracias Alma, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarA veces creo que si en verdad hay un ser humano que pueda transformarse en lobo debe ser horrible, para él.
ResponderEliminarNo solo es un estigma en su vida, sino algo que le perseguirá hasta su final. Un relato donde el miedo está servido.
Un besote, Nuria.
Gracias, por la convocatoria.
Hola Campirela, desde luego si eso fuese posible sería terrible para aquel que le tocara esa maldición. Un abrazo
EliminarDefinitivamente, creo después de este reto... caperucita moriria en la literatura universal.
ResponderEliminarJajaja, eso seguro Gustab, imaginación no sobra. Gracias por tu visita y comentario. Abrazo
EliminarHe tenidos vecinos poco confiables y de mala traza, pero por suerte. Como ese, ninguno!"jaja. Hha sido un éxito tu convocatoria, Nuria. Lamento no haber estado inspirada. Muchas gracias por tu tiempo y dedicación. Mañana temprano subo el nuevo tema. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Mónica, lo peor ha sido que llevo una semana con COVID y me obligaba a leer los aportes a pesar de la fiebre, pero estoy como si un camión me hubiera pasado por encima. Un abrazo
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