#Micrografias
A ti madre
tú que superaste
tempestades
—amaste—
y perteneciste,
a épocas de penuria
y esfuerzo.
Tú que lavaste a mano,
a la orilla del río
siempre con una sonrisa
y un canto;
diste tu amor
cariño y trabajo.
Me enseñaste
los valores de la vida
de lo pequeñas
que son las cosas,
y que grande
es tu amor.
¡Madre, abuela,
hija o nieta!
Tú que das color
a mis días
y desde el cielo brillas,
eres la dueña
de mi corazón;
ese que mira a las
estrellas
te habla y sonríe
porque sé
que por mis sueños
siempre velas.
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