"Ilustración de Franz Jüttner"
En la versión moderna conocemos Ariel, una joven ingenua y soñadora que desea ser humana por un amor puro y un espíritu explorador. La Sirenita original, sin embargo, tiene sus deseos enraizados en más oscuros motivos...
En el mundo de Andersen, las sirenas carecen de alma, y por tanto, de paraíso. Lo que la Sirenita desea desesperadamente es conseguir un alma humana y acceder así a la promesa de la vida después de la muerte, huyendo del abismo del vacío que la espera tras esta vida. Su madre le explica que el único modo de que una sirena pueda obtener su alma es conseguir que un muchacho la ame más que a cualquier cosa en el mundo.
Para conseguir su objetivo, Ariel tuvo que atravesar un pasaje plagado de terribles pólipos que capturaban todo lo que por allí intentaba pasar, y donde podían verse esqueletos y cadáveres de otras sirenas que habían sido apresadas y estranguladas.
...y para completar sus sádicas exigencias decidió cortarle la lengua a la sirena...
El trato que la Sirenita acepta con la bruja del mar parece mucho peor de lo que creíamos. Al nacerle las piernas ella siente como si una espada la estuviera atravesando por completo, y por si fuera poco, cada vez que da un paso siente como si afilados cuchillos la hirieran. La bruja del mar creyó que no era suficiente pago y decidió cortarle la lengua a la sirena. Mutilada y sufriendo un inmenso dolor constante, la princesa estaba lista y encantadora para acudir a la cita con su enamorado.
El final de la historia es de lo más descorazonador. El príncipe ama a la sirena, pero no más que a cualquier cosa en el mundo. Existe otra princesa a la que ama más, y con la que de hecho se casa. La única opción que la Sirenita tiene para huir de su inminente muerte es apuñalar al príncipe, pero ella elige un elegante suicidio marino que acaba así en un final de lo más hermoso y traumático.
Si contásemos los cuentos clásicos cómo se escribieron en su origen, seguro que no pasarían la corrección política de hoy día.
ResponderEliminarBesitos 😘
Tienes mucha razón. Me gusta tanto la historia que en mis ratos libres (que son pocos) intento leer y averiguar todo aquello que se me ocurre. He empezado con cinco cuentos clásicos y me sorprendió tanto que decidí publicarlo. Gracias por tu visita. Un abrazo
Eliminar